Cuando se habla del vínculo entre el botox y el sexo, uno lo relaciona a que las personas que han recibido el tratamiento con la toxina botulínica, se sienten más atractivas y por ello mantienen más relaciones sexuales, pero un reciente estudio lo vincula desde otro ángulo.
El estudio realizado por la Universidad de Cardiff asegura que aquellas mujeres que se han sometido a un tratamiento de botox, durante las 24 horas siguientes, sienten restringida la habilidad del placer sexual.
Las investigaciones se centraron en un reducido grupo de mujeres, 24 antes y después del botox, comparado con 12 mujeres que se realizaron un peeling facial, pero sin utilizar la toxina. Encontraron una disminución significativa en la satisfacción sexual para las 13 mujeres cuyas líneas de expresión habían sido alteradas y una disminución "casi significativa" para las mujeres que recibieron inyecciones para patas de gallo y líneas de expresión.
Las conclusiones sugieren que la incapacidad de realizar expresiones con el rostro conduce a un orgasmo menos agradable, una teoría que sostiene la existencia de un circuito de retroalimentación entre mostrar emociones y sentirlas. Estudios vincularon qua la sonrisa hace que las cosas sean más divertida y arrugar la nariz hace que te sientas más disgustado