Los resultados del estudio mostraron que las tasas de lactancia materna exclusiva eran mayores entre los que habían sido bañados más tarde. En la investigación participaron casi 1.000 parejas sanas que tenían un recién nacido, de los cuales 448 bebés fueron bañados poco después del nacimiento y 548 que retrasaron el baño varias horas.
Según los expertos, los resultados se pueden explicar por el tiempo de piel con piel que pasa entre la madre y el bebé, el olor (la similitud del olor entre el líquido amniótico y la mama puede alentar bebés a mamar) y la temperatura. De hecho, los bebés que se bañaron más tarde tuvieron más probabilidades de tener temperaturas estables o normalizadas después del primer baño.
La Academia Americana de Pediatría recomienda la lactancia materna exclusiva durante aproximadamente 6 meses, y luego continúa con la lactancia materna mientras introduce alimentos hasta que su hijo tenga 12 meses de edad. La leche materna es la mejor fuente de nutrición para la mayoría de los bebés, y también puede ayudar a proteger a la madre y a su bebé contra enfermedades.