Banderas negras 2020: 48 playas españolas suspenden en contaminación
Como en 2019, el principal problema son los vertidos de aguas residuales y su mala depuración
Ecologistas en Acción lleva 15 años denunciando el mal estado de las costas españoles mediante el informe "Banderas negras"
Andalucía, Galicia, la Región de Murcia y Cataluña son algunas de las comunidades donde Ecologistas en Acción acaba de plantar su simbólica bandera negra –en contraposición a la bandera azul–. Un total de 48 playas españolas suspenden por su contaminación o mala gestión ambiental. El 40 % se corresponde con vertidos de aguas sin depurar, aunque la acumulación de basuras sigue teniendo mucho peso.
Según el informe “Banderas Negras 2020” presentado hoy, de los casi 8.000 kilómetros de costas españolas que se analizan en el mismo, el mayor problema, al igual que en 2019, han sido los vertidos de aguas y su mala depuración, que han llevado a la asignación de un total de 19 de estas insignias.
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¿Qué playas suspenden y por qué?
Este año se han vuelto a asignar algunas banderas negras recurrentes que ya obtuvieron el simbólico galardón en 2019, como el sistema de saneamiento de Gijón (Asturias), el proyecto del puerto de Fonsalía (Sta. Cruz de Tenerife) o el Mar Menor (Murcia), cuya situación sigue agravándose con el paso del tiempo.
Por contaminación han recibido banderas negras entre otras, la playa gaditana de El Carmen en Barbate, sin depuradora; la Ría de Huelva; o en Valencia, la playa de Les Fonts (Alcosebre), y en Murcia la Bahía de Portmán y Sierra Minera.
Respecto a la mala gestión, han recibido la insignia entre otras zonas costeras Nerja (Málaga) por el impacto de un proyecto urbanístico; Barcelona por la ampliación del aeropuerto y amenaza a la laguna La Ricardía; en Vizcaya, por la ampliación del parking en el biotopo de San Juan de Gaztelugatxe, y en Galicia, la mariña lucense por insuficiente sistema de depuración.
2020 es el año que mayor número de denuncias sobre vertidos y depuración ha recibido de estos últimos seis años, lo cual es significativamente destacable, y “lleva a plantearnos si desde la primera sanción en 2018 por parte de la UE se están tomando las medidas necesarias para resolver esta “grave deficiencia”, según del documento.
El informe otorga dos banderas a cada provincia litoral, más Ceuta y Melilla. Más allá de los vertidos, ocho de las insignias han sido otorgadas por especulación urbanística; seis por afecciones industriales; seis por puertos y cruceros impactantes; cinco por erosión costera y obras; dos por cuestiones de biodiversidad; una por acumulación de basuras y otra por más de una causa concreta.
El documento se refiere asimismo a la crisis sanitaria de la COVID-19 para alertar de los residuos que están llegando a los mares como guantes y mascarillas, que son “focos de contaminación que no podemos pasar por alto”, y “la mayoría no son reciclables”, ha recordado la responsable del informe.
Ha advertido además del problema de la “desregulación urbanística” como salida a la crisis social y económica que “estamos viendo” con autoridades regionales optando por el ladrillo, que sería una “salida equivocada” porque “concentrar ahora a más población en el litoral puede agravar más los efectos de la pandemia”.
“La costa es una de las primeras víctimas para este tipo de decisiones”, ha denunciado Megías, y sin querer dar detalles sobre el Mar Menor tras alegar que no le competía, sí ha dicho que el serio problema ambiental de la laguna se agravará aún más si se tarda en tomar soluciones.
El informe denuncia “la grave amenaza” que suponen para muchas playas temporales como Gloria, cada vez más fuertes y recurrentes, y se anima a reflexionar si las respuestas seguirán implicando “una ingente cuantía económica para restaurar las infraestructuras dañadas, o si debemos plantear un nuevo modelo de gestión que esté integrado con el medio natural”.
Este año además también se ha elaborado un informe con motivo del decimoquinto aniversario del informe Banderas Negras, y se recuerda que en los últimos seis años de denuncias anuales -desde que se estableció la nueva metodología- se han otorgado 284 banderas negras, aunque desafortunadamente, no todas las situaciones se han solucionado de manera favorable.
Además se hace una mención especial a afecciones antrópicas (de origen humano) sobre la biodiversidad costera, que han mermado y ponen en peligro a cientos de especies animales y vegetales, y se dan ejemplos de algunas amenazadas, desde la lapa Patella ferruginea, las praderas de la fanerógama marina Cymodocea nodosa, o las algas rojas Gelidium.