Los muestreos lo avisaron hace tiempo: algunas playas españolas no son adecuadas para el baño por la presencia de bacterias fecales que ponen en riesgo la salud. Hace poco Ecologistas en Acción suspendió a 48 por la suciedad de sus aguas, por las que cada verano pasan multitud de turistas, y la Agencia Europea de Medio Ambiente coincide en el diagnóstico: ha declarado peligrosas para la salud 9 playas españolas. Las aguas residuales que acaban en el mar ponen, una vez más, en riesgo el verano de los turistas y causan pérdidas a los establecimientos de las zonas afectadas.
El viernes se cerraron tres playas en Valencia por los altísimos niveles de 'Escherichia coli' y enterococos intestinales, situación que podría repetirse en más regiones a lo largo del verano. Entre ellas se encuentran la playa Medicalia de Puig (Valencia), Lires de Cee (Galicia) o Luarca (Asturias), donde el Ministerio de Sanidad ha advertido de la calidad insuficiente para el baño. Pero lo mismo ha sucedido en repetidas ocasiones en otras playas, entre las que destacan algunas de Canarias, de Baleares o de Cataluña, que la Agencia Europea de Medio Ambiente considera "microbiológicamente inadecuadas" para bañarse.
Aunque el 92% del agua de nuestras playas tiene una calidad calificada de excelente, se ha detectado una salubridad bastante insuficiente en algunas, a las que Ecologistas en Acción asigna la indeseada 'bandera negra'. Del restante, el 7,3% del agua obtiene el "suficiente" o "buena" y un 0,5% recibe el título de insalubre. Algunas regiones se han puesto las pilas, como es el caso de Tarifa (Cádiz) o de la playa del Muelle Viejo de Corralejo (Fuerteventura), y buscan sin parar soluciones y, lo que es más importante, el origen de las bacterias que contaminan el mar, realizando análisis continuamente.
La procedencia de esta suciedad que acaba en el mar puede deberse a varios factores: las construcciones que se realizan cerca de la costa, los vertidos procedentes de puertos y cruceros y de aguas de drenaje de explotaciones agrícolas o, lo que es más probable, la mala depuración del agua, lo cual ya ha costado a España 22 millones de euros. La contaminación suele ir a más los días lluviosos y posteriores.
El límite de 'E. coli' para que el agua sea considerada de buena calidad es de 500 unidades formadoras de colonias (UFC) por cada 100 mililitros y, en el caso de los enterococos, el límite es de 185. En algunas de las playas afectadas las cifras superaban por miles esta cantidad. El mayor riesgo lo representan los niños y bebés, más vulnerables a las posibles consecuencias de exponerse a esta contaminación.