Contra el aburrimiento en casa: pasos para ayudar a medir la contaminación lumínica desde el balcón
El proyecto AZOTEA propone la colaboración científica a los ciudadanos para monitorizar el brillo y el color de cielo nocturno
Los voluntarios solo necesitan una cámara digital (DSLR), seguir las pautas de configuración, localización y protección del equipo fotográfico
La disminución del tráfico, la ausencia de iluminación en centros comerciales y el apagado ornamental son algunos de los elementos que reducen de la contaminación lumínica
Todo está paralizado, incluidas las actividades de observación astronómica. Cientos de proyectos que miran al cielo se han tenido que posponer y otros tantos tratan de salir adelante desde los hogares de los científicos que los lideran. Es el caso del proyecto Astronomía Zenital desde el hOgar en Tiempos de Extremo Aislamiento (AZOTEA), que, debido al confinamiento, ha lanzado una propuesta de colaboración científica a los usuarios para monitorizar el brillo y el color de cielo nocturno y evaluar así los cambios de la contaminación lumínica. Para participar, solo hace falta una cámara de fotos digital (DSLR) y seguir unas pautas de configuración, localización y de protección del equipo fotográfico. Las ganas, el interés y la pasión por la ciencia harán el resto.
La disminución del tráfico, cercano al 70% en las grandes ciudades, la ausencia de iluminación en centros comerciales, tiendas y establecimientos, y el apagado ornamental son algunos de los elementos que contribuyen a una disminución de la contaminación lumínica. Sin embargo, los centros de observación no pueden tomar datos ni evaluar estas variaciones debido a las medidas de aislamiento, y los investigadores se ven obligados a realizar sus sondeos y cálculos desde sus domicilios con el instrumental disponible.
MÁS
Para paliar esta situación, GUAIX, un grupo compuesto por 20 astrónomos, entre profesores, investigadores y estudiantes de doctorado, perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid, ha lanzado el proyecto Astronomía Zenital desde el hOgar en Tiempos de Extremo Aislamiento (AZOTEA), con el objetivo de realizar un estudio a lo largo del tiempo del brillo y color del cielo nocturno a través de medidas obtenidas por ciudadanos voluntarios.
Técnicas de medias fotométricas y red de monitorización del cielo nocturno
Desde que se hizo la llamada de reclutamiento de colaboradores, a finales del mes de marzo, se han sumado una decena de personas a este proyecto de ciencia ciudadana. "Mediante cámaras fotográficas se evalúa la disminución de la contaminación lumínica durante el período excepcional de aislamiento domiciliario donde se espera menor actividad y cielos más oscuros", señala Jaime Zamorano, profesor del Departamento Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense e impulsor de este estudio, en el que puede participar cualquier persona que tenga una cámara de fotos digital (DSLR).
Con esta iniciativa, además de conocer el impacto de la actividad humana y analizar el brillo y el color del firmamento en las ciudades y pueblos, se pretende llevar a cabo una introducción fácil a las técnicas de medidas fotométricas con cámaras digitales y generar una red de monitorización del cielo nocturno, que aportará datos que servirán para conocer si ha habido variaciones entre la actividad normal y el confinamiento.
Debido al confinamiento, la contaminación atmosférica disminuye, hay menos aerosoles en suspensión y la transparencia del cielo aumenta
"Una parte de la contaminación lumínica que abrillanta el cielo procede del tráfico y de la iluminación de comercios y oficinas. Se espera que en estas fechas esta contribución disminuya considerablemente", afirma Zamorano. "Además, la contaminación atmosférica disminuye, hay menos aerosoles en suspensión y la transparencia del cielo aumenta", añade. Esta excepcionalidad es una oportunidad única para medir y analizar los parámetros, no solo durante el tiempo que dure esta cuarentena sanitaria, sino días después del momento en el que se retome la actividad normal para poder hacer esa comparativa.
Tal y como señala el manual de la investigación, el brillo del cielo nocturno se mide con fotómetros especialmente diseñados para este cometido como los que se utilizan en las estaciones de monitorización. Los usuarios con cámaras réflex digitales, también conocidas como DSLR, pueden unirse a este estudio debido a que permiten la realización de instantáneas en formato RAW (totalidad de los datos de la imagen tal y como es captada por el sensor digital).
"La idea es usar las cámaras DSLR disponibles y tomar fotos desde casa en RAW idealmente (pero no necesariamente) apuntando al cénit. Creo que una secuencia de una foto cada 6-12 minutos sería suficiente para no hacernos con una cantidad de datos excesiva. Estas medidas (todas las noches posibles, incluyendo con nubes) se deberían continuar cuando volvamos a la normalidad para tener la referencia", apunta el profesor.
Para llevar a cabo el método observacional será necesario colocar las cámaras siempre en el mismo lugar (azotea o terraza), bien protegidas de la intemperie con una carcasa protectora
Para llevar a cabo el método observacional será necesario colocar las cámaras siempre en el mismo lugar (azotea o terraza), bien protegidas de la intemperie con una carcasa protectora, que se puede fabricar en casa con los materiales que se tenga a mano como maletas estancas o cajas contenedoras de plástico, y dirigidas al punto más alto de la bóveda celeste.
Asimismo, recomiendan dejarlas preparadas para obtener fotografías a lo largo de toda la noche, para lo que será necesario conectarlas a un ordenador o a un intervalómetro. Una secuencia de una imagen cada 6-12 minutos será ideal para no colapsar el almacenaje de información. En este sentido, los promotores ya cuenta con una plataforma de recogida y almacenamiento de imágenes. Los que deseen colaborar pueden solventar todas sus dudas en la web, así como conocer con más detalle cuestiones técnicas y el envío del material almacenado.