La reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana ha puesto de manifiesto el descubrimiento de los "cuásares fríos", galaxias que almacenan una amplia proporción de gas frío que aún puede producir nuevas estrellas a pesar de tener un agujero negro supermasivo en el centro, un hallazgo revolucionario que anula las suposiciones sobre la maduración de las galaxias y puede representar una alternativa a la explicación que los expertos habían aportado en torno a su origen.
La manifestación del cuásar, según la astrofísica Allison Kirkpatrick, se origina en torno a un disco de acrecimiento que puede separarse de la energía electromagnética, identificada con una luminosidad cientos de veces mayor que una galaxia típica. Un hecho que ha sido relacionado durante años como la "jubilación galática" o el fin de la capacidad de una galaxia para producir nuevas estrellas.
"Todo el gas que se acumula en el agujero negro se calienta y emite rayos X. Ese mismo vapor que comienza a acumularse y a desplazarse a velocidades relativistas en un campo magnético que se puede torcer. De la misma manera que obtiene las llamaradas solares, puede hacer que los hilos de material suban a través de estos campos magnéticos y sean disparados lejos del agujero negro".
Un impacto que reduce en parte el suministro de gas de la galaxia, y que repercute en la formación de nuevas estrellas. Después de que una galaxia ha dejado de formar estrellas, decimos que es una galaxia muerta", señala Kirkpatrick.
Sin embargo, en el análisis realizado por la astrofísica alrededor del 10 % de las galaxias que acogen a los agujeros negros masivos localizaron un suministro de gas frío después de ingresar a esta fase, y aún eran estrellas nuevas.
"Hay un 10 % adicional que es realmente único e inesperado. Se trata de fuentes compactas, azules y luminosas que se asemejan a lo que se esperaría de un agujero negro masivo en las etapas finales después de que se haya apagado toda la formación de estrellas en una galaxia. Esto evoluciona a una galaxia espiral pasiva, pero también hemos encontrado una gran cantidad de gas frío en estos. Esta es la población a la que denominamos 'cuásares fríos'", ha declarado Kirkpatrick.
El estudio ha identificado estas galaxias con un carácter temporal o de transición, capturadas en el momento previo a "que se detenga la formación de estrellas en la galaxia, algo que debería realizarse en poco tiempo", explica.
Para llevar a cabo el experimento, la autora principal acompañada de más especialistas observaron a través del telescopio 'XMM Newton' los cuásares y pudieron corroborar que "los rayos X son el indicio principal de los agujeros negros en crecimiento. Desde allí, los examinamos con el Telescopio Espacial Herschel, un instrumento de infrarrojo lejano que puede detectar polvo y gas en la galaxia anfitriona", señala Kirkpatrick,