Fotometeoro caprichoso
También conocida como 'arcoíris de fuego', esta rareza óptica tiene forma de halo y cuenta con un mayor espesor. Aunque pueden avistarse en cualquier punto del planeta, son más habituales en zonas frías, con temperaturas bajas, como Canadá, el norte de Europa, Argentina y Chile. En España hay constancia de su avistamiento en los cielos granadinos y en Tarifa (Cádiz).
Por qué se producen
Este tipo de fenómenos son causados por la refracción (cambio de dirección y velocidad) de los rayos solares a través de los cristales de hielo en nubes cirrus, que habitualmente se encuentran en latitudes entre ocho y doce kilómetros de la superficie terrestre.
Sin embargo, se suceden únicamente cuando el sol está por lo menos a 58 grados sobre el horizonte, por ese motivo son más habituales en aquellos lugares que se encuentran a 55 grados, donde el sol es visible durante una media de 17 horas en invierno y siete, en verano. Los cristales hexagonales planos de hielo que contienen estos nimbos son atravesados por la luz por una de las caras del lado vertical y salen por la inferior.
Qué son los cirros
Este tipo de nubes son muy habituales y contienen cristales de hielo ya que su temperatura en su interior es de unos 40 grados bajo cero. Son habituales en altitudes muy altas y entre sus peculiaridades se encuentran la capacidad para atrapar el calor y también reflejar los rayos del sol.
Su aparición en el cielo sirve a los meteorólogos para pronosticar un sistema frontal o una perturbación. Asimismo, la acumulación de estos flujos de nimbos están relacionados con tifones y huracanes.