En un intento de tratar los músculos tensos y el estrés, la española decidió probar la apiterapia. La práctica de la misma consiste en presionar la cabeza de la abeja hasta que esta saque su aguijón, y luego clavarlo en el lugar deseado. Los investigadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid han publicado un estudio basado en su historia, ya que es el primer caso en España de muerte por apiterapia.
Según el informe, la mujer empezó el tratamiento para tratarse del dolor muscular y el estrés. Al parecer, no se esperaba que falleciera por una reacción alérgica al veneno de la abeja, ya que llevaba un par de años dándose sesiones. Sin embargo, ya en la primera consulta "desarrolló sibilancias, disnea y pérdida repentina de conciencia inmediatamente después de una picadura de abeja en vivo".
La revista científica PLOS One explican que los efectos secundarios más habituales incluyen las "reacciones triviales de la piel que generalmente se resuelven durante varios días ante respuestas inmunológicas graves que amenazan la vida, como la anafilaxia".
Los defensores de este tipo de terapia alternativa afirman que es eficaz para tratar diversas enfermedades y aliviar el dolor. Por su parte, los científicos Paula Vázquez-Revuelta y Ricardo Madrigal-Burgaleta, del Hospital Universitario Ramón y Cajal, advienten que "los riesgos de someterse a la apiterapia pueden exceder los supuestos beneficios, lo que nos lleva a concluir que esta práctica es tanto insegura como desaconsejable".
La técnica es más popular en China y Corea, según publica The Independent. Es más, en una región surcoreana una mujer de 65 años murió por la misma causa que la española en 2011. La mujer española fue traslada al hospital y le administraron adrenalina en un intento de detener la reacción, pero murió varias semanas más tarde.