¿Se volverá a la Luna en 2018 como se pretende? ¿Serán finalmente naves tripuladas? ¿Se conseguirá formar un hábitat para los humanos allí? ¿Podrán subsistir los dos turistas enviados por Elon Musk? ¿Y si necesitasen un palo selfie de Amazon? Jeff Bezos ha juntado la nueva misión espacial de la NASA, las ansias de éxito de Trump y la visibilidad y fama de la empresa Amazon para dar a conocer sus planes lunares por medio de una campaña real... aunque parece que, de momento, meramente publicitaria.
Su plan es el siguiente: cargar naves con suministros necesarios para formar una base lunar permanente y aterrizaría sobre el cráter Shackleton (en el polo sur del satélite), zona con luz solar y agua en forma de hielo. Para ello, quiere contar con el apoyo económico y profesional de la NASA.
Ya han iniciado las primeras conversaciones y, por el momento, se han filtrado dos posibles intenciones: o bien, poner en marcha el cohete Blue Moon, con una capacidad de carga de unos 5.000 kilos, y lanzarlo con el SLS de la NASA y un Atlas V en 2020; o bien, mandar el New Glenn (también de Blue Origin), aunque dentro de diez años.
*FOTO: New Shepard, June 19, 2016/ Fuente: Blue Origin
Es obvio que, si se consiguen mandar estas naves a la Luna, crear "un servicio de entrega de la carga lunar comercial" es cuestión de tiempo, como hablaba Bezos en la ceremonia de los Aviation Week awards.