México se enfrenta a una invasión de algas que supone un desastre natural y afecta al turismo por estropear el mayor atractivo del país: sus playas. El sargazo está desluciendo la arena blanca y el azul turquesa del mar, llegando en grandes cantidades y proliferando más rápido incluso que en su lugar de origen. ¿De dónde sale y por qué es tan peligroso para el medio ambiente?
El viento del este y sudeste y los cambios en las corrientes fruto del cambio climático facilitan la llegada del sargazo desde Holbox, en el norte del estado de Quintana Roo, hasta la región costera de Xcalak, al sur en la frontera con Belice. Los expertos alertan de que el impacto del alga sobre el ecosistema de la zona podría ser irreversible.
No es la primera vez que el sur de México se enfrenta a este problema, pero las cantidades de este año ya superan las que ha habido en otras ocasiones a dos meses de terminar la temporada en que suelen llegar a la zona. Los satélites que monitorean las playas han capturado imágenes de la plaga en al menos 20 playas de la zona afectadas.
A pesar de que en estas playas se dan las condiciones óptimas para su proliferación, provienen del Caribe, concretamente de las Islas Bermudas, y del norte de Ecuador, donde también son una especie nueva que se multiplica rápidamente por las temperaturas cálidas que facilitan su reproducción. Los expertos no tienen claro a qué se debe su abundancia en Quintana Roo, pero avisan de que podrían duplicar su masa en tan solo 18 días.
Además del evidente deterioro del paisaje, que ya cuesta a los hoteles de la zona cerca de 48.000 euros al mes por las labores de limpieza, supone un grave perjuicio para los litorales, ya que acaba con el oxígeno del mar y el ecosistema de la zona se está viendo muy amenazado. Desde el jueves pasado las brigadas recogen cientos de toneladas del alga y está activa la alerta máxima en 475 kilómetros de costa, donde, si el sargazo no ha llegado ya, lo hará en cualquier momento.
Cancún, la Playa del Carmen y Tulum, muy atractivas para el turismo del que dependen multitud de hoteles y negocios, podrían enfrentarse a un desastre ecológico en poco tiempo. Los expertos atribuyen al cambio climático la llegada masiva del alga, por los cambios de corriente sin precedentes y la cantidad de contaminación que se vierte y que aporta nutrientes al sargazo.