Sheryl Sandberg, sin embargo, no dijo que un experimento así no volvería a repetirse, ni pidió disculpas por el comportamiento de Facebook.
El experimento investigó cómo influían los mensajes en los estados de ánimo de los usuarios de la red social. Para ello usó la información publicada por estos en sus perfiles sin autorización.
La empresaria estadounidense, en una conferencia en Nueva Delhi, ha intentado pasarle por encima a lo ocurrido y a la polémica provocada por Facebook. Lo más parecido a una disculpa fue cuando admitió que quizá hubo mala comunicación a los interesados.
"Por esa mala explicación nos disculpamos. No quisimos molestarlos", dijo Sandberg.
El estudio reveló que Facebook tiene un inmenso poder para modelar las emociones de la gente a través de algoritmos. Varias organizaciones británicas de defensa de la privacidad han manifestado su preocupación por lo ocurrido.