Investigadores españoles participan en la mayor expedición científica en el Ártico
España participa con tres equipos científicos en la mayor y más larga expedición científica de la historia al Ártico, la misión MOSAIC
Esta expedición contará con un equipo de 60 investigadores expertos en investigación ártica
El objetivo será estudiar la atmósfera, el mar y el hielo, para comprender mejor cómo afectará el calentamiento global a la región ártica
España participa en la mayor y más larga expedición científica de la historia al científica Ártico, la misión MOSAIC, en la que participarán 600 científicos de 19 países para estudiar las condiciones ambientales y los efectos del cambio climático, además de la toma de medidas en condiciones muy extremas durante el invierno.
Son tres equipos científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los que se encuentran a bordo del rompehielos de investigación alemán Polarstern, que partió del puerto noruego de Tromso el pasado viernes para pasar un año varado a la deriva en el Océano Ártico, donde estudiarán el calentamiento global y obtendrán datos con el fin de conocer mejor el cambio climático.
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Los investigadores españoles proceden del Instituto de Ciencias del Mar y del Instituto de Ciencias del Espacio/Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (ICE/IEEC), y han tenido financiación de la Agencia Estatal de Investigación, lo que les ha permitido participar en este proyecto denominado 'Observatorio Multidisciplinar a la deriva para el estudio del clima Ártico' (MOSAIC, por sus siglas en ingles).
En esta expedición contará con un equipo de 60 investigadores expertos en investigación ártica, más unos 40 tripulantes (en turnos de unos dos meses), que operarán su instrumental a bordo del barco y en el hielo.
Una vez allí, el objetivo de estos profesionales será estudiar la atmósfera, el mar y el hielo, y cómo interactúan entre ellos, con el objetivo de comprender mejor cómo afectará el calentamiento global a la región ártica. El rompehielos Polarstern navegará en dirección noreste hacia el mar de Laptev, en la Siberia central, y se adentrará en la banquisa de hielo, en un emplazamiento seleccionado a partir de datos de satélite y radar, para quedar allí deliberadamente atrapado en el hielo.
Después de fijarse, el rompehielos viajará con el hielo a lo largo de una ruta conocida como deriva transpolar hacia el polo norte, lo cruzará y se dirigirá hacia el sur para desembocar en el estrecho de Fram, entre Groenlandia y el archipiélago de las Svalbard (Noruega), entre 12 y 14 meses después.
Los equipos de investigación españoles
Ambos equipos de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar tomarán datos de la masa y el grosor del hielo marino mediante mediciones vía satélite y desplegarán un novedoso radiómetro de microondas, montado sobre un trineo, que permitirá medir el espesor del hielo durante todo el año.
El tercer equipo español que trabaja en la expedición MOSAIC pertenece al ICE/IEEC y será el encargado de estudiar la interacción entre el hielo marino y las señales de navegación transmitidas desde satélite (como los GPS). El estudio se realizará mediante dos experimentos: uno instalado en la banquisa de hielo y otro a bordo de un avión de investigación que sobrevolará la zona y recogerá grandes cantidades de datos, que se sumarán a los datos obtenidos por otros grupos de investigación de MOSAIC.
El Ártico es una de las zonas más remotas del planeta, sólo accesible durante unos pocos meses en verano, cuando el hielo se derrite. En el Ártico las temperaturas ascienden el doble de rápido que en otras regiones, y sus efectos son más evidentes que en ningún otro lugar. Como la expedición MOSAIC viajará a la deriva durante un año, permitirá obtener datos a lo largo de todo el ciclo anual del hielo, desde su crecimiento hasta que se derrita.