El desarrollo del Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), ha sido calificado por el director general de ESO, Tim de Zeeuw, como un hito en el avance del conocimiento astronómico, y el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Francisco Sánchez, ha destacado que por medio de este instrumento se verán los rasgos que permitirán decir si hay vida en otros planetas.
ESO está integrada por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y España, que se adhirió en 2006. El E-ELT será el telescopio más grande del mundo con un espejo primario de 42 metros de diámetros que estará formado por 906 segmentos hexagonales.
Pérdidas económicas
La importancia económica de esta instalación está cuantificada en un estudio realizado por la Universidad de Baleares y en el que se señala que de ubicarse en el Observatorio del Roque de los Muchachos, algo que no se producirá, el telescopio sería la empresa más grande de la isla de La Palma. Y es que la previsión es que para los ocho años que durará su construcción se necesitarán 700 trabajadores, y el presupuesto de operación, una vez que se ponga en marcha, será de 45 millones de euros por año.
Según este estudio, de los 1.000 millones de euros de inversión directa, 90 se quedarían en Canarias y de estos 81 en La Palma, y la instalación de esta infraestructura podría implicar un aumento del 2 por ciento del empleo. Pero no será así, pues el E-ELT se instalará en Chile, y España es más que previsible que participe en su construcción; al menos empresas españolas que están preparadas para hacer más del 60% del telescopio.
Con la decisión adoptada por ESO, España, como también ha declarado el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, no será referente de la astronomía en el mundo durante los próximos años. Ahora será el momento de la disputa política, de si la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha hecho todo lo posible para que el Observatorio del Roque de los Muchachos albergue esta instalación, o no, como critican tanto el Ejecutivo canario como el PP.
O de si, como ha dicho la ministra, el Gobierno de Canarias ha tenido un compromiso "tímido" para lograr que el Telescopio Europeo Extremadamente Grande esté en territorio español, o si España debía utilizar su Presidencia europea.
Pero al fin y al cabo un debate estéril porque la decisión ha sido tomada por ESO, organismo que el director del Instituto de Astrofísica de Canarias ha criticado por su opacidad respecto a la instalación del Telescopio Europeo Extremadamente Grande. Francisco Sánchez también ha puesto en duda la imparcialidad del primer informe del consejo de ESO, en el que ya se apuntaba a Cerro Armazones como lugar preferente.