La verdad del fin de Megaupload, la web de pirateo cuyo fundador aún no ha sido juzgado

  • Megaupload llegó a representar el 4% del tráfico de internet y antes de su cierre alcanzó los 60 millones de usuarios registrados

  • El FBI cerró la página web de descargas en 2012, acusando a Dotcom de violación de derechos de autor, lavado de dinero y liderar una organización criminal

  • Kim Dotcom, el creador de la web, ha pasado todo este tiempo en Nueva Zelanda, batallando en los tribunales para evitar la extradición a EE.UU.

Posiblemente todas las personas con acceso a internet llegaron a cargar en algún momento –por casualidad o a propósito– Megaupload. Esta página, que nació en 2005 como una web de alojamiento y descarga de archivos, se convirtió rápidamente en un catálogo inagotable de contenido con copyright. Películas, series de televisión y canciones a golpe de clic en un momento en el que el contenido en streaming por suscripción no era nada habitual. En España, por ejemplo, Spotify no llegó hasta 2008.

Y a medida que crecía su popularidad, las empresas que distribuían películas y música aumentaban sus pérdidas. Se calcula, de hecho, que Megaupload costó 500 millones de dólares en pérdidas. Y precisamente por eso la web de descargas fue cerrada por el FBI en 2012, en una de las operaciones más importantes contra la piratería informática.

Qué pasó con el fundador

Si hay vidas que dan para una película, la del fundador de Megaupload, Kim Dotcom, posiblemente necesitaría una serie con varias temporadas. Nacido en Alemania con el nombre de Kim Schmitz, este hacker llegó a controlar el 4% del tráfico de internet a través de la página de descargas.

Como resultado de su investigación, la policía estadounidense organizó una redada en su chalet de Nueva Zelanda, donde vivía por aquel entonces, acusándolo de violación masiva de derechos de autor, lavado de dinero y de liderar una organización criminal. Desde 2012, el empresario ha intentado evitar el juicio, pero todo cambió el pasado mes de agosto, cuando la justicia australiana permitió por primera vez su extradición a Estados Unidos.

“Kim Dotcom era una persona que siempre había vivido un poco al margen de la ley”, explica Nate Gentile, autor de Entiende la tecnología, un libro que dedica el primer capítulo a explicar la historia del fundador de Megaupload. En su caso concreto “intentaron ir con todo el peso de la ley justamente porque querían mandar un mensaje”, es decir, “mostrar las consecuencias de la piratería”.

Para el divulgador, su caso no difiere tanto de otros como el de Cambridge Analytica, que afectó a Mark Zuckerberg, o la acusación antimonopolio contra Microsoft. “Cuando hay un cambio de paradigma o una nueva tecnología crece muy rápido –como el caso de la piratería, el caso de las redes sociales o el monopolio de los sistemas operativos– siempre hay algún juicio o algún ajuste”, explica Gentile. En el caso concreto de Dotcom, se puso sobre la mesa también “el poder que tiene la industria del audiovisual tradicional”.

Hace unas semanas, en noviembre, se supo que Dotcom había sufrido un ictus. Aunque se desconocen los detalles, su estado de salud podría dificultar la extradición a Estados Unidos, donde le acusan de haberse apropiado 175 millones de dólares a través de Megaupload.

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