En la era digital actual, donde la creatividad es parte fundamental de la vida cotidiana, la interacción de los jóvenes con las pantallas ha generado un intenso debate en la sociedad. Este fenómeno preocupa especialmente a familias, docentes, expertos, que buscan comprender los efectos y las implicaciones del uso de la tecnología, en el desarrollo infantil. Informa José Díaz Pando y Bernabé Domínguez.

En este contexto, la Fundación Orange y Save The Children, en colaboración con GAD3, han realizado un estudio exhaustivo para evaluar los riesgos, beneficios y retos que enfrentan los niños y adolescentes en el entorno digital, con el fin de promover una protección efectiva en este ámbito.

El estudio titulado 'Infancia y adolescencia en entornos digitales' ha sido realizado en diversas etapas y recoge una amplia gama de perspectivas, obtenidas a través de entrevistas con más de 2.500 personas, incluyendo padres, adolescentes, profesores y miembros de la comunidad en general. Además, se ha enriquecido con las opiniones de 17 expertos en el campo.

Según la patrona de la Fundación Orange y directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de MasOrange, Luz Usamentiaga, este estudio busca fomentar un uso correcto de la tecnología, ya que es un ámbito que evoluciona a cada día que pasa: "Estamos ante un tema que preocupa mucho a la sociedad".

"Entendemos el entorno digital como un espacio de oportunidad, que aporta grandes ventajas a los niños, niñas y adolescentes, pero también como un desafío que implica riesgos", afirma Usamentiaga.

En palabras del director general de Save The Children, Andrés Conde, ha asegurado que está "preocupado" por la situación de "desprotección de la infancia". No obstante, ha señalado el ejemplo que reciben los niños no es bueno: "Tal y como se refleja en el estudio, los padres estamos siendo un ejemplo negativo a la hora de mostrar un comportamiento totalmente adictivo".

El tiempo que los jóvenes dedican a los dispositivos electrónicos se ha convertido en una preocupación creciente en los hogares. Según el estudio, el 93% de los adolescentes encuestados creen que deberían ajustar algunos de sus hábitos de uso de pantallas. Entre las medidas más mencionadas para un consumo más saludable de la tecnología, la reducción del tiempo frente a las pantallas es la más citada por los adolescentes (54%).

Le siguen la recomendación de dedicar más tiempo a la actividad física, con un 39% y evitar dormir cerca de dispositivos digitales para reducir la tentación de usarlos antes de dormir (34%).

Curiosamente, un 14% de los adolescentes señala que sus padres utilizan el móvil o las plataformas digitales más que ellos, con un promedio de entre 4 y 5 horas diarias. Algunos padres y madres también reconocen que, en ocasiones, no dan un buen ejemplo en cuanto a hábitos tecnológicos, lo que contribuye a la falta de conciencia sobre el uso adecuado de la tecnología entre los más jóvenes.

Los expertos que han participado en el informe subrayan la necesidad de que tanto padres como madres reflexionen sobre su propio comportamiento, ya que no se puede fomentar un uso responsable de la tecnología en la infancia y la adolescencia sin una conducta coherente por parte de los adultos.

Establecer límites y hábitos equilibrados en el uso de dispositivos no solo mejora el bienestar de los adultos, sino que también juega un papel clave en la educación tecnológica de los más jóvenes, contribuyendo a una formación más saludable y consciente.

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