Hasta hacer relativamente poco, digitalizar un documento o una fotografía implicaba tener a mano un instrumento que nos permitiera escanear dicho documento, normalmente un escáner. Sin embargo, con el paso del tiempo, este tipo de herramientas han ido disminuyendo su tamaño hasta acabar cabiendo en nuestra mano, convertidas en una aplicación más que podemos tener en nuestro móvil.
Una opción muy práctica que nos permite compartir documentos que tenemos en formato físico a través de nuestro dispositivo sin que por ello pierdan calidad y en el formato adecuado, porque hay muchas veces en las que hacer una fotografía sirve, pero hay otras en las que no es una opción viable. Por eso lo más sencillo es aprender a escanear esos documentos y hacerlo de manera segura y con calidad.
Una de las opciones más frecuentes es buscar una aplicación que pueda ayudarnos a conseguir un escaneado de calidad (hay muchas disponibles para Android o iPhone como 'CleanScanner'), pero esto es algo que también podemos conseguir desde Google Drive, una aplicación gratuita y a la que todos tenemos acceso sin tener que descargar o hacer un estudio minucioso y comparativo.
Para escanear un documento desde Google Drive solo tendrás que abrir la aplicación y seleccionar la opción de cámara en la parte inferior derecha de la misma. Solo con pulsarlo ya nos ofrece la opción de escanear el documento, por lo que habrá que enfocarlo, apareciendo una línea azul que rodea el archivo que queremos captar. Una vez que el documento se ajuste al espacio seleccionado, hacemos la fotografía, lo que se traducirá en el escaneo que queríamos hacer. Además, como opción, se puede activar la captura automática, eligiendo entre las opciones Manual y Auto.
Una vez captada la imagen, podemos ajustar el documento, para que cumpla con las características que queremos que tenga, tanto de forma como de color, pues algunas de las opciones que nos ofrece son para ajustar el área de escaneado, por lo que podríamos recortar y girar el documento. También hay opciones que nos permiten ajustar los colores o poner la imagen en escala de grises, borrar manchas, sumar páginas nuevas al documento que estamos creando e incluso repetir la foto, si vemos que el primer intento ha sido un desastre y no hay ajuste que lo solucione.
Una vez que el documento se ve tal y como queremos, solo tendremos que confirmarlo pulsando sobre Hecho, nombrando el archivo tal y como queramos (mejor si es algo que sea fácilmente reconocible, que podamos recordar y que nos ayude a encontrarlo en cualquier momento), y guardándolo con el formato que deseemos, ya sea .pdf o .jpg. Una vez hecho todo esto, podremos seleccionar en qué carpeta del Drive lo queremos memorizar y hacerlo, confirmando al pulsar en la opción de ‘guardar’.
Si esta es una opción que podemos emplear de vez en cuando, podemos buscar el acceso a Google Drive cuando lo necesitemos, pero si vemos que se convierte en habitual, existe la posibilidad de crear un acceso directo a ella en nuestra pantalla de inicio, para que podamos encontrarla rápidamente y sin problemas.