Pánico en China: así cayeron los restos del propulsor de un cohete sobre la población
Francia y China enviaron este fin de semana un satélite para estudiar explosiones cósmicas
El lanzador que puso en órbita el satélite impactó minutos después en un monte de Sichuan, dejando momentos de pánico entre la población
Científicos advierten que satélites como los de Starlink, de Elon Musk, pueden dañar la capa de ozono
El satélite astrofísico franco-chino SVOM (Space Variable Objects Monitor) fue lanzado este fin de semana a la órbita terrestre en un cohete Larga Marcha 2C desde la base de Xichang. Sin embargo, el lanzamiento provocó el terror entre los vecinos de la base que vieron como cayeron restos del propulsor cerca de sus viviendas, según informa Isabel Jiménez en el vídeo.
En las imágenes se ve a campesinos del sur de China huyendo de los restos del propulsor del cohete que se había lanzado a pocos kilómetros de sus casas. Mientras, la Agencia Espacial China ya examina las muestras de roca enviadas por una sonda y recogidas por el robot que explora por primera vez la cara oculta de la luna.
Minutos después del despegue del cohete, la primera etapa del cohete se separó de la segunda etapa e inició su regreso a tierra en caída libre, hasta impactar en un monte frondoso cerca de la plataforma de lanzamiento.
Una estela muy tóxica
Los habitantes de esa zona rural que se habían acercado a contemplar el lanzamiento vivieron momentos de pánico al ver que el propulsor se acercaba con una densa estela amarilla.
Esta estela resulta tóxica, pues el cohete CZ-2C utiliza propulsión hipergólica, más barata y manejable que al propulsión criogénica, pero el característico color amarillo de sus gases de escape es producto del tetróxido de dinitrógeno, un oxidante muy tóxico y corrosivo.
Prácticamente todos los cohetes desechables del mundo caen en zonas previstas del océano, aunque la regulación espacial china es más laxa que la europea y la estadounidense. En China cohetes como el CZ-2 y los propulsores laterales del CZ-3 pueden caer cerca de zonas pobladas, impregnando con combustible tóxico todo lo que encuentran a su paso.
Así es el satélite enviado por Francia y China
Este satélite es actualmente el más poderoso del mundo para la observación integral multibanda de estallidos de rayos gamma y desempeñará un papel importante en los descubrimientos científicos en el campo de la astronomía espacial, incluida la investigación de estallidos de rayos gamma (GRB), explicó la CNSA en un comunicado que proporcionó al Global Times.
El SVOM está diseñado para detectar explosiones cósmicas de corta duración y extremadamente violentas conocidas como estallidos de rayos gamma mediante la detección de radiación electromagnética de alta energía en los rangos de rayos X y rayos gamma.
Para lograr este objetivo, los científicos e ingenieros chinos han desarrollado un par de instrumentos para el satélite. Se trata del Monitor de Rayos Gamma para medir el espectro de emisiones de los GRB y el Telescopio Visible, que buscará la luz emitida en longitudes de onda ópticas inmediatamente después de un evento de estallido de rayos gamma.
Mientras tanto, la parte francesa proporcionó el telescopio ECLAIRs y el Telescopio de Rayos X de Microcanal a bordo del SVOM.
El satélite también está equipado con el Sistema de Navegación por Satélite BeiDou (BDS) de China, y puede utilizar los servicios de mensajes cortos del BDS, así como la red VHF francesa, de modo que el SVOM pueda transmitir una señal de alerta a la estación terrestre dentro de los cinco minutos posteriores a la detección de un evento GRB, para notificar a los telescopios terrestres de gran apertura en todo el mundo, así como a otros satélites GRB como el SWIFT, para que observen dicho evento en conjunto, según ha podido saber Global Times de los desarrolladores del proyecto.
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