¿La inteligencia artificial es buena o mala? Esa esa la pregunta que se hacen muchos ante el auge imparable de una tecnología con el potencial de reemplazar el papel del ser humano en todo tipo de ámbitos. Pero en realidad la cuestión no debería ser esa. Se trata de cómo vamos a usarla. Históricamente cada avance tecnológico ha tenido su lado oscuro y más moralmente cuestionable, y eso también aplica en este caso. Pero, bien encauzada, la IA nos ofrece un sinfín de oportunidades de mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad. El divulgador Dani Sánchez-Crespo, director general de la empresa de videojuegos Novorama, las recopila en uno de sus hilos de X y su conclusión es muy clara: la IA es como unos prismáticos que nos permiten ver más lejos como especie.

Las posibilidades de una tecnología capaz de analizar billones de entidades y entender sus correlaciones son abrumadoras aplicadas al sector sanitario. El neurooncólogo Juan Fueyo nos contaba aquí cómo la IA está ayudando en la lucha contra el cáncer a crear unas técnicas de imagen más precisas y modificando los regímenes de tratamiento, incluso siendo capaz de prevenir el tumor antes de que aparezca. El uso de machine learning también puede detectar los patrones y los primeros síntomas del Alzheimer. O enfermedades raras.

Imaginen qué supondría en estos tiempos de listas de espera insufribles para cualquier consulta al médico de cabecera tener un doctor con capacidad de identificar enfermedades, que nunca duerme, que siempre está disponible, que no falla y que habla cualquier idioma. Y no, no se trataría de despedir al médico, sino de facilitarle su tarea y que tengan que prolongar en exceso su jornada laboral.

Aunque la tecnología no puede reemplazar por completo el factor humano en la atención a los ancianos, sí pueden desempeñar un papel complementario en diversas áreas. Una IA tipo ChatGPT podría realizar un servicio de asistencia personal excelente a todos esos mayores que tienen problemas con la tecnología. Desde atención al cliente a servicio bancario. Con paciencia infinita y hablándoles a la velocidad que haga falta. Además, los robots ayudarán en tareas cotidianas como la limpieza, la preparación de comidas y la movilidad. Pueden detectar caídas y enviar alertas, o ayudar en la rehabilitación física y cognitiva.

La IA puede ser tu mejor aliada en tus escapadas. En la actualidad, sus mejores usos para viajar recaen en gran medida en la fase de planificación y compra, mediante la comprensión de tus preferencias y hábitos de viaje. Y si llevas la app de ChatGPT en el móvil podrá encontrarte un restaurante en el camino, traducirte el menú, guiarte cuando te pierdas, ofrecerte una alternativa en caso de tormenta y localizarte un médico en caso de que necesites uno.

Cada vez son más las imágenes, videos o noticias que proliferan por la red desinformando a los usuarios con la intención de alterar su opinión. Pues bien, una IA bien entrenada puede detectar bots, bulos mentiras y manipulación. Este software puede ayudarnos a navegar entre las cantidades ingentes de información del mundo moderno separando los contenidos rigurosos y de calidad de las noticias falsas, el malware y otros contenidos engañosos o problemáticos.

Los idiomas están a punto de dejar de ser un problema. La inteligencia artificial ya es capaz de traducir en tiempo real y con voz las conversaciones en videollamadas, tal y como hacen los intérpretes. Se están creando asistentes capaces de traducir sobre la marcha entre 100 idiomas por voz y por escrito. Aunque aún lleve algunos años, el sueño de hablar con toda la humanidad cada vez está más cercano.

Si los ordenadores nos trajeron los videojuegos la IA nos puede traer otros formatos de ocio. No será por falta de posibilidades. Puede producir textos, imágenes, vídeos y audios. De modo que la IA podrá generar contenido personalizado, por ejemplo permitiéndonos interactuar con personajes dotados de mayores habilidades de conversación. Llegará un punto en el que podrán responder directamente y al instante a algo que hayamos dicho.

Las posibilidades en este campo están en constante desarrollo. Los sistemas de IA podrán predecir posibles accidentes analizando sucesos ocurridos con anterioridad, analizarán el estado y comportamiento de la persona al volante, e incluso podrá asistirle al momento de tomar decisiones en carretera. Todo esto aplicable al transporte de mercancías o a los camiones de largo recorrido minimizará errores humanos y aumentará al máximo la seguridad.

Algunos colegios están prohibiendo ChatGPT, Y no deja de ser lógico hasta cierto punto, pero el potencial de la IA en el futuro de la educación es incalculable. El apoyo a la labor docente y la automatización de las tareas más repetitivas son dos de los principales beneficios. Así los profesores quedarán liberados de esas tareas y podrán dedicar más tiempo a la preparación de sus clases y a atender a sus alumnos.

Sánchez-Crespo los engloba en la tríada desigualdad, cambio climático y sostenibilidad. La IA servirá para predecir el rendimiento de las cosechas, detectar las enfermedades de las plantas en una fase muy temprana, mitigar las amenazas de los patógenos a los cultivos, vaticinar incendios o analizar mejor el fraude fiscal.