El verano es la época de vacaciones por excelencia, el momento en el que toca descansar y relajarse. Sin embargo, no todo el mundo frena sus actividades cuando las temperaturas se elevan e incitan a darse un baño en playas y piscinas. Es un momento en el que los delincuentes aprovechan para perpetrar sus delitos. Y no solo hablamos de ladrones que esperan la ausencia de los propietarios para colarse a robar en sus viviendas, sino también en aquellos que lo hacen a distancia, detrás de la pantalla de un ordenador. Porque el verano también es una época propicia para los ciberataques dirigidos tanto a las personas como a las empresas.
En los meses estivales, la actividad de muchas empresas decrece. Sus trabajadores se toman un merecido descanso e incluso se llega a bajar la guardia. Esto es un error si nos atenemos a un estudio realizado por la empresa Tehtris, según el cual hasta un 30 % de las empresas observaron un repunte de los ciberataques durante el verano, destacando prácticas como el ransomware (un 20 %) y los robos de identidad (un 43 %).
Sobre este hecho se pronuncia otra compañía especializada como Eset: “El riesgo de sufrir un ciberataque en verano se ve incrementado, mayoritariamente, por una rotación de personal en la empresa. Los empleados temporales o las sustituciones en determinados puestos de trabajo mientras el empleado habitual se encuentra de vacaciones son una de las principales causas de la entrada de malware en una empresa”.
Es decir, los errores humanos se intensifican debido a que muchos empleados no están realizando su labor habitual, lo que provoca que se den situaciones de vulnerabilidad que los atacantes aprovechan con gran destreza.
Pero no solo los negocios han de extremar las precauciones durante la época veraniega. Cada persona también debe tener presente que sus dispositivos electrónicos le hacen estar expuesta a todo tipo de malas prácticas por parte de los delincuentes. En este caso es la Organización de Consumidores y Usuarios la que ha planteado cinco escenarios a los que hay que prestar una especial atención para evitar sustos.
Códigos QR fraudulentos. Finalmente, los QR se han convertido en una opción habitual para acceder a información de todo tipo. Sin embargo, hay que poner especial cuidado, ya que pueden ser falsos y conducir a un sitio web fraudulento.