Desterrando mitos sobre el microbioma humano: la microbiota está de moda, pero no lo explica todo
Un estudio repasa los datos erróneos o carentes de evidencia que se repiten al hablar de microbiota, por ser un campo en rápida expansión
"El interés en la investigación del microbioma humano ha aumentado exponencialmente. Lamentablemente, ha traído consigo exageración y desinformación"
Los expertos en este campo celebran que se destierren mitos y falsas creencias de un campo en auge: "Conviene consolidarlos para desalentar su perpetuación"
La microbiota está de moda. De un tiempo a esta parte, proliferan los estudios, ensayos, artículos, libros... sobre las bacterias que conviven con nosotros en nuestro intestino y juegan un importante papel en nuestra salud. Tan importante que hay científicos que alertan de que se están difundiendo conceptos erróneos, mitos y falsas creencias acerca del microbioma, que pueden dañar la confianza del público general en un campo de investigación que está en pleno auge.
Lo advierten en este editorial, que se acaba de publicar en la revista Nature, firmado por investigadores de las universidades de Aberdeen y Nottingham. "Escriben sobre datos erróneos pero que todavía se repiten en el campo del microbioma humano. Como otros campos de investigación en rápido desarrollo y que recibe gran interés también por parte del público general, cuando se habla del microbioma no siempre se utilizan los datos más precisos", explica a SMC España Mireia Vallés-Colomer, microbióloga e investigadora en el Laboratorio de Metagenómica Computacional de la Universidad de Trento (Italia).
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Como ella, muchos otros investigadores especializados en el estudio del microbioma destacan la importancia de este trabajo para aclarar conceptos y evidencias al respecto.
Porque cada vez con más frecuencia, casi cada mes, salen estudios en un campo científico que está despuntando y que parece aportar respuestas a muchas de las enfermedades que más nos preocupan. Está por ver que esas respuestas sean válidas en todos los casos.
El título del artículo es claro: "Mitos y conceptos erróneos sobre el microbioma humano". Y la advertencia que lanzan sus autores también. "Durante las últimas dos décadas, el interés en la investigación del microbioma humano ha aumentado exponencialmente. Lamentablemente, esta mayor actividad ha traído consigo un grado de exageración y desinformación, que puede socavar el progreso y la confianza del público en la investigación".
Para evitarlo, los investigadores británicos Alan Walker y Lesley Hoyles han recopilado "mitos y conceptos erróneos sobre el microbioma humano que carecen de evidencia sólida".
No hay diez bacterias por cada célula, no pesa 2 kilos...
Un ejemplo: no tenemos diez bacterias por cada célula humana. "La ratio de células bacterianas a humana se había estimado a 10:1 en los años 70 y se calculó de manera más precisa a aproximadamente 1:1 en 2016", explica Vallés-Colomer. El dato nuevo no tiene nada que ver con el anterior. "Pero a menudo no se utiliza el dato actualizado", advierte la microbióloga en SMC España.
Otro mito a desterrar, algo que se repite con frecuencia cuando hablamos de microbiota: que pesa casi dos kilos. Los investigadores británicos advierten que no saben de dónde sale ese dato, y que “es poco probable que sea cierto en la mayoría de los casos”. Ellos apuntan que “el peso total de la microbiota es de unos 500 gramos, incluso inferior en algunos casos”, aunque varía mucho de una persona a otra.
No son los únicos. El estudio repasa otros conceptos e ideas que se difunden mucho al divulgar los avances que se van haciendo en este campo. Como que la microbiota se hereda de la madre. Pues no, o no sólo. Los primeros años de vida son clave en su formación, que depende de muchos otros factores.
"La microbiota juega un papel clave en los primeros 1.000 días de vida de una persona. Son una ventana de oportunidad. Desde el inicio del embarazo hasta los 2 años de vida, podemos provocar grandes cambios a través de una microbiota sana: modificar la inmunidad, prevenir alergias y favorecer el buen neurodesarrollo del niño”, advertía hace unos meses Ingrid Gerold, pediatra argentina que lleva más de 15 años estudiando estos microorganismos.
Vínculos con escasa evidencia científica
Aunque los científicos que investigan en este campo tienen claro todo lo que plantea este trabajo, las aclaraciones son importantes de cara al público general, al que le llegan informaciones sobre microbiota casi a diario sobre la relación entre microbiota y salud, tanto física como mental. Unas son correctas y están respaldadas por evidencia suficiente. Otras no tanto.
"Estos mitos siguen llegando a expertos de otras áreas o al público en general, induciendo a confusión", constata Toni Gabaldón, jefe del grupo de Genómica Comparada del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona). En declaraciones a SMC España, comenta que "el campo del estudio del microbioma (como otros campos en rápida expansión) sufre de la existencia de dogmas y simplificaciones asumidos tempranamente en base a una información muy limitada y que tenemos que corregir y modular a medida que conocemos más".
El estudio de Walker y Hoyles explica también que muchas de las asociaciones entre microbioma y enfermedad no se han confirmado todavía en estudios de seguimiento. Pero se están dando por buenas. Por ejemplo, los vínculos entre microbiota y obesidad, cuyas evidencias científicas son limitadas y todavía no muy consistentes.
La "disbiosis" no lo explica todo: "es un término vago"
Y otra cosa: cada se utiliza con más frecuencia el concepto "disbiosis" (desequilibrio en la población bacteriana, tanto cuantitativo como cualitativo) para apuntar que podría estar detrás de numerosas enfermedades. Pero los investigadores advierten: es “un término vago con aplicabilidad clínica limitada”. Y explican por qué.
“Los intentos de definir los ”puntos de inflexión“ en los que los cambios en la composición del microbioma influyen definitivamente en la progresión de la enfermedad hasta ahora no han logrado generar un consenso claro debido a la falta de coherencia entre los diferentes estudios".
Los autores de esta investigación "han recopilado muchos puntos citados habitualmente que no están respaldados por pruebas sólidas o son incoherentes con los conocimientos actuales", subraya Michael Woodworth, investigador de la terapéutica microbiana y profesor en la Universidad Emory (EE.UU.). “Muchos de estos mitos ya han sido destacados por autores anteriores, pero conviene consolidarlos para desalentar su perpetuación", explica en declaraciones a SMC España.
"Cualquier campo riguroso y dinámico requiere este tipo de reflexión periódica”, destaca el investigador estadounidense. "Una de las cualidades más importantes de la ciencia es su capacidad de autocorrección”, concluye Gabaldón.