Resveratrol como complemento alimenticio: dudas y certezas sobre la "molécula de la juventud"
Se trata de una sustancia que se encuentra en ciertas plantas y frutos: uva roja, cacahuetes, moras, frambuesas o arándanos
Es un "potente antioxidante" que se utiliza también como suplemento alimenticio: ¿es beneficioso realmente?
Los estudios sobre sus beneficios se han hecho en ratones: "Solo hay dos estudios en humanos y los dos dieron resultados negativos”
Resveratrol. Puede que su nombre les suene, porque su consumo como suplemento alimenticio es cada vez más frecuente. Pero ¿es beneficioso realmente? No está claro.
“Un nuevo estudio dice que el resveratrol oral protege contra la glicación y el daño renal en un modelo de ratón con envejecimiento inducido por azúcar”, anunciaba en su cuenta de Twitter David Sinclair, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y divulgador científico. Y añadía: “Yo sigo tomando resveratrol en el yogur”.
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“No es un estudio sólido. Es un estudio en ratones. Extrapolar esto a humanos no tiene sentido”, advierte sin embargo Jesús Rodríguez Huertas, catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada y presidente de la Sociedad Española de Fisiología. El científico advierte de que no hay todavía evidencia evidencia clínica (es decir, estudios en humanos) de los beneficios del resveratrol como suplemento alimenticio.
Protege de la glicación en ratones
El estudio al que hacen alusión se publicaba hace unos días y aporta evidencia, en ratones, sobre los beneficios del resveratrol en relación con la glicación, un proceso que se da cuando ingerimos azúcar. “Cuando comes azúcar, una parte se adhiere a las proteínas de tu cuerpo, en un proceso de envejecimiento llamado glicación”, explica Sinclair en Twitter. Sería algo así como un “endulzamiento” de nuestras proteínas.
La glicación es uno de los procesos clave en el envejecimiento, como la oxidación. Y lo que se ha visto en este estudio es que el resveratrol protege a los ratones de ese proceso. Pero es importante, insiste Rodríguez Huertas, destacar que el estudio está hecho en ratones. Y que no es extrapolable. “En humanos hay estudios muy puntuales y sin la solidez suficiente. Hasta donde yo conozco, todo lo que hay en humanos ha fracasado”.
¿De qué sustancia estamos hablando? ¿Cuáles serían sus beneficios?
Beneficioso en alimentos como la uva o el vino, pero no aislado
El resveratrol es una sustancia química que se encuentra en ciertas plantas y frutos, sobre todo en la uva roja y en los productos elaborados con ella, como el vino tinto. Además de en las uvas y el vino, está presente en los cacahuetes, las moras, las frambuesas, los arándanos. Y sí, esta sustancia tiene beneficios para la salud, pero cuando la ingerimos de forma natural en alguno de estos alimentos.
“Es un potente antioxidante”, explica Rodríguez Huertas. “Está presente de forma natural en cantidades importantes en la uva, y en los vinos tintos sobre todo”. Cuando decimos que el vino es antioxidante es, precisamente, por la cantidad de resveratrol que tiene.
“Es una molécula muy interesante, porque activa a otra molécula que es clave y que interacciona con genes y nos hace rendir más, ser algo más activos. Pero esto tiene trampa”, advierte el científico. Y la trampa, explica, está en que “todas esas propiedades las tiene en el contenido natural del alimento. Pero cuando esta molécula la aislamos, la concentramos y la utilizamos para uso humano, las respuestas dejan de ser positivas, son incluso negativas", asegura. "Hay que tener mucho cuidado”.
Es decir, que cuando comemos uvas, moras o bebemos vino tinto, nos estamos beneficiando de los efectos antioxidantes de esta sustancia, que está en ellos de forma natural, pero no ocurre lo mismo cuando la tomamos como complemento alimenticio. “Cuando un bioactivo está en el entorno del alimento suele funcionar bien, aunque no somos conscientes, porque la cantidad es muy pequeña y es un efecto acumulado”. Que es el bueno, explica Rodríguez Huertas. Aislado y en dosis más altas, no está demostrado que lo sea.
Una larga lista de beneficios... y estudios en contra
El hecho es que son numerosas las publicaciones que advierten de los beneficios de su consumo como suplemento alimenticio. No hay más que hacer una búsqueda sobre el resveratrol, y la lista es larga: se le atribuyen potentes propiedades como cardioprotector, antioxidante, antiplaquetario, antiinflamatorio, reductor de los niveles de glucosa en sangre, anticancerígeno, y protector frente a enfermedades neurodegenerativas, la obesidad o la diabetes, entre otras.
Al resveratrol se le ha llegado a denominar, incluso, la “molécula de la juventud”. Rodríguez Huertas pide cautela. Y es tajante. “En modelos animales y en estudios in vitro, esta molécula funciona muy bien. Pero no en humanos. Cuando se ha querido comprobar su efecto saludable en humanos, se ha visto que no lo hay. Nunca se ha podido comprobar un efecto importante”.
Explica que, hasta ahora, casi todos los estudios en modelos animales que se han realizado son en ratones, como este último. Y “los resultados en ratones no son extrapolables a humanos. Las respuestas son distintas y los mecanismos también”. La evidencia preclínica es positiva, pero evidencia clínica no hay. “Solo hay dos estudios con resveratrol en humanos y los dos dieron resultados negativos”.
Rodríguez Huertas, que ha sido director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, explica que esto es así porque las dosis de los suplementos nada tienen que ver con las presentes en el alimento. "El cuerpo humano no está preparado para dosis tan altas, no generamos respuestas positivas en general".
No se puede recomendar: "La base científica es cero"
Él mismo ha llevado a cabo varios estudios con distintos antioxidantes, y advierte. “Siempre llegamos a la misma conclusión: si un antioxidante lo aíslas de alimento y lo tomas en dosis elevadas es un pro-oxidante, en general”. Es decir, hace el efecto contrario al deseado. “Interfiere mucho con muchos de nuestros genes”. Explica el científico que, en su laboratorio, han hecho “cuatro ensayos clínicos con moléculas parecidas, y todos fracasaron”.
¿Por qué se recomienda entonces? Rodríguez Huertas cree que “hay un interés comercial muy claro en casi todo este tipo de productos”. Pero insiste: “La base científica en humanos, hoy por hoy, es cero”.
Así que, aunque reconoce que “los experimentos en modelo animal son positivos”, el catedrático pide prudencia al respecto, tanto a científicos y médicos como público general. “Hasta que no haya ensayos clínicos en humanos no podemos recomendarlo”.