El fin del scroll infinito y de búsquedas sobre el suicidio: cómo recibirán las redes sociales las peticiones de Garzón
Alberto Garzón insiste en las advertencias sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes y apela a la necesidad de modificar aspectos técnicos de las plataformas digitales
Los algoritmos ya detectan contenidos poco apropiados o que infringen las normas de las redes y los eliminan o bloquean las cuentas de los usuarios que los publican, esto ya está sucediendo", dicen los expertos
En Instagram si pones la palabra suicidio en el buscador no aparece ningún resultado, en TikTok sale un mensaje con teléfonos de ayuda
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha insistido en sus advertencias sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes y ha apelado a la necesidad de modificar aspectos técnicos de las plataformas digitales para evitar efectos no deseados especialmente en adolescentes.
Garzón ha puesto dos ejemplos claros. Los efectos de exponerse a informaciones como el suicidio especialmente en los menores y que ha calificado de "un problema muy serio". Y el scroll infinito, que lleva a los jóvenes a estar horas y horas consumiendo información y que les secuestran tanto tiempo como sea posible".
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Para ello, ya señaló hace unos días que se había puesto en contacto con los responsables de TikTok, META, Twitter, Youtube y Google+ para tratar los efectos y repercusiones que determinados aspectos del diseño de estas plataformas digitales "están teniendo sobre la salud mental de la población, en especial de los más jóvenes".
"Búsquedas sobre suicidio"
"Si estás interesado en mirar determinada información clínica sobre suicidios, el algoritmo va a detectar que esa es la información que te interesa; al día siguiente, vas a tener muchísima más información sobre suicidios y como investigador puede parecerte oportuno", ha reconocido Garzón. Pero el ministro se ha preguntado qué sucede si la búsqueda de esa información la realiza un adolescente. "¿Y si eso le está pasando a una persona de 15 años que está interesada en ver qué significa eso del suicidio? Pues eso es un problema muy serio", ha advertido el ministro.
Por ello, Garzón ha apelado a la necesidad de diseñar algoritmos que responden a otro tipo de patrones que no consistan en retener datos del usuario.
Amel Frenández, especialista en redes sociales y ChatGPT, asegura que esta petición del ministro sería un gran avance, pero lo ve como una carta a los Reyes Magos. “Sería difícil que resultara viable porque las redes viven de aprender de los contenidos que les gustan a sus usuarios para luego mostrarles más y del tiempo que pasa la gente en ellas. No creo que las empresas vayan a modificar los algoritmos. Estos cálculos, que definen la priorización de los contenidos están creados precisamente para mantener a los usuarios más tiempo conectados", explica.
Coincide con él, Natalia Abuín, profesora titular de la facultad de ciencias de la información de la Universidad Complutense de Madrid UCM y experta en Redes Sociales, que dice que se podrían modificar algunos elementos de diseño técnico, pero sobre todo hay que controlar esos contenidos. "Lo que no debería haber en redes es contenido sobre suicidio. Es cierto que los algoritmos ya detectan contenidos poco apropiados o que infringen las normas de las redes y los eliminan o bloquean las cuentas de los usuarios que los publican, esto ya está sucediendo".
Y pone varios ejemplos. "En Instagram si pones la palabra suicidio en el buscador no aparece ningún resultado, en TikTok sale un mensaje con teléfonos de ayuda. En Twitter, lo que más se controla son los insultos y los mensajes de odio, pero aun así sale este mensaje: No estás sol@. Si tú o alguien que conoces está pasando por un mal momento, @sanidadgob te puede ayudar: Llama: 024 de atención a la conducta suicida. 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año. Gratuito, confidencial, inclusivo e inmediato. En Google, existe la aplicación Family Link que permite a los padres controlar las aplicaciones o el tiempo de conexión de los hijos, entre otros aspectos".
El scroll infinito
Garzón ha asegurado que solucionar estos problemas no es una cuestión técnica. "No es un problema de tecnología, sino que se puede resolver entendiendo que es un problema estructural y la persona que se sienta mal no debe asumirlo como un error individual, sino que hay un problema que tiene que ver con un modelo de negocio que ha sido diseñado de esa manera, pese a que se podría hacer de otras formas", ha asegurado el ministro.
Por ejemplo, el 'scroll infinito' consiste en la sucesión continua de información. "Podrían quitarlo, podrían permitir al cerebro respirar un poquito para poder decir quiero pasar la página o prefiero hacer otra cosa; introducir lentitud en el uso de las redes sociales es perfectamente posible por no hablar de algoritmos que se diseñen siguiendo otro criterio".
La experta en redes sociales de la UCM, asegura que todo lo que pueda ayudar a controlar esa adicción será bien recibido, pero que aunque se elimine el scroll infinito, la verdadera adicción que tienen los jóvenes es la necesidad de conexión permanente, de saber qué hacen los miembros de su red. Luego, eliminarlo puede ayudar a paliar algo esa adicción pero no solucionaría el problema".
Varias soluciones
Por eso, la principal solución, bajo su punto de vista, es educar. La edad en la que los jóvenes pueden crear una cuenta en redes sociales en España son los 13 años, aunque la normativa europea habla de los 16. "Los 13 años es una edad muy complicada sin redes sociales, pues con ellas mucho más. Hay que enseñarles que una publicación privada en redes deja de serlo en el momento que la compartes, que eso se puede volver en su contra o dañar a otras personas. Hay que educar, no demonizar las redes sociales. El problema no es la herramienta, sino el uso que se hace de ella", explica la experta.
Fernández asevera que hay soluciones, pero se deberían haber llevado a cabo al principio. "Ahora es tarde". Una de ellas sería ampliar la indexación de las palabras clave más sensibles e incorporarlas a términos vetados. "Porque a contenidos no aptos no solo se llega con una búsqueda directa, sino también a través de resultados colaterales de las búsquedas principales que pueden realizar los usuarios. Si se incluyen más términos sensibles, el contenido que se muestre a los usuarios será más apto", dice el especialista.
"Además, se debería seleccionar y hacer una criba con todo el contenido que es compartido a las redes. Cuando se comparte un contenido no apto o sensible, las empresas de las redes sociales lo saben y son conscientes de ello, otra cosa es que les interese no darle viralidad o que lo usen para buenos fines".
Tanto Fernández como Abuín creen imprescindible identificar a los usuarios menores "a través de un DNI, una carta a casa o lo que sea, para corroborar que tienen la edad que dicen tener. Pero a las redes les interesa captar a los usuarios desde el principio porque si les enganchan saben que serán ellos los futuros consumidores de publicidad y los futuros compradores".
¿Qué hay que hacer para modificar los parámetros que son la esencia de las redes sociales? "Es complicado quitarlo para todo el mundo. Lo que si se podría hacer es limitar esos diseños técnicos según la edad, pero ¿cuántos jóvenes hay que tienen cuentas con otra edad a la que realmente tienen? Quizá si se debería poner el acento en controlar que las personas que crean una cuenta tienen la edad que realmente dicen", explica Abuín. Por eso, insiste en la educación, en que comprendan los peligros a los que se enfrentan y que sean capaces de gestionarlos.
Adicciones sin sustancia
Con el objetivo de abordar estos efectos nocivos de la redes sociales sobre los usuarios, Garzón ha recordado que está pendiente de reunirse con los responsables las principales redes sociales en España para exponerles la necesidad de una solución. Ha admitido, no obstante, dificultades al ser un "sector en reestructuración" y puso como ejemplo el caso de Twitter que carece actualmente de sede en España.
"Vamos a esperar a tener esos encuentros de trabajo, pero lo que nos interesa es que este debate esté encima de la mesa, porque no es lo mismo tener esta reunión casi de manera clandestina que tener a la sociedad preocupada con estos programas y preguntándose por este tipo de situaciones", ha añadido el titular de la cartera de Consumo.
Para el responsable de Consumo, se trata de mecanismos "parecidos" a los que operan en las denominadas adicciones sin sustancia, como los juegos de azar y las apuestas instantáneas. Garzón ha advertido de que todo ello "dificulta que la juventud desarrolle adecuadamente sus capacidad cognitiva y puede provocar cuadros de ansiedad, depresión o baja autoestima o trastornos del sueño".