La foto del Papa Francisco llevando un plumífero blanco hasta los pies ha alertado a la ONU. La imagen no es real, se creó con un programa de Inteligencia Artificial, y el hecho de que en un principio todo el mundo creyera que era veraz ha hecho saltar las alarmas. Y no porque preocupe la imagen del pontífice, lo que asusta es todo lo que se pude hacer con IA si no se controla.
Y eso es lo que ha advertido el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric, en rueda de prensa. Tras avisar del peligro de que "se pueda modificar imágenes, voces o textos que pueden generar división, violencia o desinformación", como ha ocurrido con las fotos del Papa, ha pedido a las empresas responsabilidad en su uso.
Para el portavoz de la ONU uno de los problemas radica en que el sector tecnológico opera fuera de los controles gubernamentales de forma mayoritaria, y por eso han organizado reuniones entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para intentar garantizar que no se abuse de esta tecnología a la par que se pueda aprovechar el "inmenso potencial positivo" que puede traer.
Una preocupación que comparten los más de mil expertos en tecnología, entre ellas Elon Musk y Steve Wozniak, cofundador de Apple, que hace unos días publicaron una carta abierta pidiendo que se "pause" el desarrollo de la Inteligencia Artificial Avanzada hasta que se pueda saber con seguridad cómo controlar su impacto.
"¿Deberíamos dejar que las máquinas inunden nuestros canales de información con propaganda y falsedad" ¿Deberíamos arriesgarnos a perder el control de nuestra civilización", se preguntan en la misiva. En opinión de los firmantes de la carta, si no se mide su planificación y gestión la IA "podría representar un cambio profundo en la historia de la vida de la Tierra".
Los firmantes de la carta piden a "los laboratorios de IA para que pausen de inmediato durante al menos 6 meses el entrenamiento de los sistemas de IA más potentes que GPT-4" . Una pausa que piden sea "pública y verificable", e incluiya a "todos los actores clave." Y por si no se logra convencer a todos hasta piden intervención gubernamental: "Si tal pausa no se puede promulgar rápidamente, los gobiernos deberían intervenir e instituir una moratoria", comentan.
Sam Altman, el CEO de OpenAI (la IA que ha creado ChatGPT que ha hecho saltar las alarmas) ha respondido con un tuit donde pide calma pero reconoce que se necesita un marco regulatorio para controlar estos productos:
Al margen de si ésta IA avanzada debe ser controlada o no, lo que también preocupa es su impacto en el empleo. De acuerdo con un informe del banco de inversión Goldman Sachs su uso podría reemplazar el equivalente a 300 millones de empleos de tiempo completo.
Según sus estimaciones, el 46 % de las tareas administrativas y el 44 % de las profesiones jurídicas que se están desarrollando ahora mismo, por ejemplo, podrían automatizarse.
IA generativas como GPT-4 están realizando ya tareas de análisis y producción de las que antes se ocupaban trabajadores humanos. Por eso el estudio afirma que del 80% de profesionales afectados, al menos un 10% de su actividad será totalmente reemplazada por IA de forma inminente, y otro 20% de los trabajadores verán como la IA realizará la mitad de sus tareas.
Excepto los trabajos más físicos, el resto de ocupaciones pueden verse afectadas, aunque en un primer momento los diez trabajos que corren más peligro de desaparecer son los de:
Eso sí, el mismo informe advierte que con el uso de estas tecnologías "el impulso de la productividad laboral global también podría ser económicamente significativa" y estiman que con la IA podría eventualmente aumentar el PIB mundial en un 7 %"
Por eso hay quien no lo ve tan negativo, los mismos economistas que han realizado el análisis recuerdan que el 60% de los trabajadores están en ocupaciones que no existían en 1940.
Una afirmación que apoya Bill Gate, fundador de Microsoft, quien, tras reunirse con los creadores del revolucionario ChatGPT salió en su defensa: "La IA no llega para quitarte tu trabajo. Sin embargo, que el ámbito laboral, así como el de la educación y la salud, vivirá una gran transformación dentro los próximos cinco o diez años gracias a estos programas". De acuerdo con Gates, los nuevos programas como ChatGPT harán que "muchos trabajos de oficina sean más eficientes al ayudar a escribir facturas o cartas. Esto cambiará nuestro mundo", comenta Gates.
Claro que quienes alertan sobre la pérdida de empleo se agarran a otro dato que también recoge el estudio: el cambio tecnológico desde la década de 1980 ha desplazado a los trabajadores más rápido de lo que ha creado empleos.
Bill Gates es por cierto una de las personalidades que ha firmado la carta en la que se pide un parón en el desarrollo de estas tecnologías hasta que se regulen bien.
Mientras los debates sobre si pausar el desarrollo de la Inteligencia Artificial Avanzada sigue sumando más voces, y los expertos alertan del efecto que podría tener en el empleo, los creadores del ChatGPT, la IA que ha promovido toda esta revolución, se enfrentan a otro problema.
El Centro de IA y Política Digital (CAIDP), una organización sin fines de lucro, ha planteado una queja en la Comisión Federal de Comercio (FTC) pidiendo que se inicie una investigación contra los creadores del popular chatbot. El grupo acusa a GPT-4 , el nuevo modelo de lenguaje con el que OpenAI remplazó a GPT-3.5 ,de ser un producto engañoso que representa un riesgo para la privacidad y la seguridad pública y de violar una parte de la Ley de la FTC que prohíbe las prácticas comerciales desleales y engañosas.
De momento OpenAI ha anunciado que se plantea pausar el lanzamiento de futuras versiones de ChatGPT y otros modelos de IA.