La Inteligencia Artificial (IA) ha evolucionado en los últimos años. Sus sofisticados métodos han puesto en jaque distintos sectores, como el educativo. Chat GPT es una de estas aplicaciones que está siendo utilizada por los alumnos para hacer sus trabajos. Pero estos medios traen consigo unos peligros que no fueron contemplados con su creación.

Por ello, miles de líderes tecnológicos piden que se frene el desarrollo de la IA, por lo menos durante unos meses, ya que "es una carrera peligrosa que nadie puede predecir o controlar", así como que supone un "profundo riesgo para la sociedad y la humanidad".

Entre estos líderes se encuentra el fundador de Tesla y Space X, Elon Musk, el mismo que quería implantar chips en el cerebro humano. Al igual que magnate sudafricano, el cofundador de Apple, Steve Wozniak, se ha sumado a firmar la carta abierta, secundada por otros 1000 tecnológicos, de The Future of Life Institute.

A través de esta, piden frenar la "peligrosa carrera" de desarrollo de Inteligencia Artificial (IA), que estamos viviendo durante los últimos años. Los firmantes creen que esta puede representar un "profundo riesgo para la sociedad y la humanidad" que podrían tener efectos "catastróficos". Estos se basan en la premisa de que la humanidad aún no conoce el alcance total del riesgo que implica el avance de la tecnología.

Del mismo modo, desde la carta piden a los laboratorios de IA que paralicen el desarrollo de sus productos durante al menos seis meses. Todo con el fin de realizar más informes e investigaciones sobre los peligros que podría tener la Inteligencia Artificial en los humanos. En caso de que uno de estos laboratorios se niegue, piden que los gobiernos "intervengan".

El temor de Elon Musk es que la Inteligencia Artificial se vuelva tan avanzada que ya no requiera, ni escuche, la interferencia humana. No es el único que tiene ese pensamiento. Stephen Hawking ya lo compartió, incluso es un miedo que el CEO de AI, la compañía que creó Chat GPT, tiene, llegando a confesar a principios de este mes que la tecnología podría desarrollarse y aprovecharse para cometer ataques cibernéticos "generalizados".

Suena raro que Elon Musk tenga miedo a la Inteligencia Artificial. El magnate y empresario siempre se ha defendido un defensor de la tecnología, llevándola al límite: desde viajes espaciales hasta coches autónomos.

El multimillonario compartió por primera vez su disgusto por la IA en 2014, llamándola la "mayor amenaza existencial" de la humanidad y comparándola con "convocar al demonio". Su mayor temor es que la Inteligencia Artificial se desarrolle en las manos equivocadas, ya que podría superar a los humanos y significar el fin de la humanidad.

Pero a pesar de su miedo por la IA, Musk ha invertido en el grupo de IA Vicarious, DeepMind, con sede en San Francisco, que desde entonces ha sido adquirido por Google y OpenAI, creando el popular programa ChatGPT que ha conquistado al mundo en los últimos meses. Durante una entrevista de 2016, Musk señaló que él y OpenAI crearon la empresa para "democratizar la tecnología de IA para que esté ampliamente disponible". Pero en 2018, intentó hacerse con el control de la startup sin éxito, por lo que tuvo que abandonar la empresa.