Una expedición de científicos españoles está observando una maravillosa explosión de vida en los fondos marinos de la isla de El Hierro (Canarias). En concreto, en la zona de la erupción submarina del volcán Tagoro, 12 años después de que la lava arrasara con todo, el ecosistema se está recuperando rápidamente gracias a unas condiciones muy singulares.
Gracias a un brazo robótico se ha podido hurgar en la orografía formada por la erupción submarina en El Hierro: los científicos analizan "un edificio volcánico de 400 metros de altura y un kilómetro de diámetro". En esa zona sigue habiendo gasificación, a temperaturas que rondan los 30 grados. Ese calor con el que brotan fluidos hidrotermales ricos en nutrientes obra el milagro.
Alrededor de este edificio volcánico está fertilizando continuamente ese sistema marino, existe una vida realmente importante: camarones, gusanos marinos y corales negros o látigo, organismos de crecimiento lento cuya presencia es una prueba del poder de regeneración en el entorno del cráter. Todo a raíz de una erupción que en su día fue destrucción.
El volcán submarino Tagoro aniquiló toda la fauna en la zona al erupcionar, pero ahora se genera un oasis de vida que conmueve a los científicos: "Me emociono porque es realmente único", señala uno de los expertos. En pocos días, la misma expedición irá a La Palma para conocer el estado de los nuevos deltas lávicos y averiguar de qué modo la ciencia puede ayudar a que la vida regrese también al reino submarino creado tras la última erupción.