Una nueva imagen supernítida de la Vía Láctea ha revelado un cementerio de estrellas moribundas hasta ahora desconocidas, y se espera que aparezcan más regiones intrigantes de la galaxia. Se trata de casi dos docenas de estrellas captadas durante una violenta explosión, cuyo brillo perdurará miles de años.
Los restos de las supernovas, es decir, las explosiones masivas de estrellas que ocurren cuando estas agotan su combustible, pueden revelar información útil sobre la galaxia, porque a menudo contienen elementos pesados que dan lugar a otras estrellas, planetas e incluso a la vida misma. Por eso son de gran interés para los astrónomos.
Brianna Ball, quien estudia astronomía en la Universidad de Alberta en Canadá, ha logrado observar rastros de estas supernovas hasta ahora imperceptibles mediante el Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP), un radiotelescopio que comprende 36 antenas en Australia Occidental.
Los hallazgos se publican en la revista Nature.
Si bien se han encontrado cientos de restos de explosiones en la Vía Láctea, los astrónomos sospechan que solo se ha observado alrededor de una quinta parte del número total de supernovas, puesto que las emisiones de radio que emite la mayoría de estas supernovas son demasiado débiles. Gracias a los nuevos radiotelescopios más avanzados, ahora los astrónomos pueden mirar con más detalle.
La fotografía fue tomada a lo largo de uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, el Brazo Norma, cerca del denso Centro Galáctico, donde el polvo y el gas de la explosión oscurecen la luz visible.
Encontrar nuevos remanentes puede darnos más información sobre "los tipos de estrellas que explotan como supernovas", dice en un comunicado Carlos Badenes, astrónomo de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania.
ASKAP comenzó un estudio de cinco años de todo el cielo del hemisferio sur, que representa la mitad de la galaxia visible, el año pasado. Por tanto, el hallazgo de estas 21 candidatas a supernovas podría ser solo el comienzo.
Podríamos encontrar muchos más restos de supernovas. “Estamos detectando fuentes que los telescopios anteriores no detectaban porque no tenían la resolución o la sensibilidad que se requiere”, dice Ball. “Esperamos que ASKAP descubra una gran población”.