Adrià Cañellas, a sus 29 años acaba de publicar en la revista Nature su tesis doctoral sobre la metástasis en el cáncer de colon. Su trabajo en el IRB de Barcelona abre la puerta a la esperanza. Ha encontrado la forma de prevenir la metástasis causada por un tumor en el colon, incluso antes de que aparezca. Su investigación, en ratones, está lejos de probarse en las personas. “Aún no hay nada fijado la respecto”, admite Adriá a quien el cáncer le arrebató a su madre hace algunos años.
El cáncer de su madre -de hígado- le sirvió para darse cuenta “de lo importante que es seguir investigando para avanzar y encontrar nuevos tratamientos. La investigación que hacemos en el laboratorio tiene un objetivo real, final, que es terminar encontrando nuevos tratamientos y formas de ayudar y curar a la gente”.
El fallecimiento de su madre, dice, le sirvió para tomar conciencia de su contribución y la de la investigación en un laboratorio a la sociedad.
El cáncer de colon es el tercero más común en el mundo. Cada año se detectan casi dos millones de nuevos casos y entre un 20 y un 35% este tumor reaparece tiempo después. Eso es la metástasis. “Eso se debe a un grupo de células –que han llamado HRCs- que se desprenden del tumor primario antes incluso del diagnóstico, pero que estaban en números pequeños y no eran visibles por las herramientas de imagen que hay en los hospitales. Es lo que llamamos la enfermedad residual. Estas son las células responsables de las recaídas”, advierte Cañellas.
Sobre esta enfermedad residual hay mucho desconocimiento aún, dice el investigador. ”Nosotros hemos descubierto la biología de la enfermedad residual en cáncer de colon. Hemos desarrollado un nuevo modelo animal que nos permite estudiarla y hemos hecho descubrimientos sobre la identidad de las células tumorales de la misma. También hemos encontrado las vulnerabilidades que tiene esta enfermedad residual relacionada con la inmunoterapia”.
La investigación de Cañellas concluye que la enfermedad residual en el caso del cáncer de colon, responsable de la posterior metástasis, responde al tratamiento con inmunoterapia en los primeros días. Entre el diagnóstico del cáncer de colón y la operación para extirpar el tumor primario se puede aplicar la inmunoterapia para prevenir o evitar que con el tiempo se produzca metástasis. Es lo que han hecho con éxito en el Institute for Research in Biomedicine de Barcelona (IRB).
Cañellas insiste en que, cuanto antes se aplica esa inmunoterapia, mejores resultados se obtienen. Con esta investigación –señala- “hemos añadido otro nivel de complejidad al cáncer” y es que “durante el transcurso de la enfermedad no solo evolucionan las células tumorales sino también el microambiente tumoral”, es decir, “células alrededor del tumor” que se hacen más fuertes para “proteger a las células tumorales del ataque al sistema inmunitario”.
Cañellas explica que la inmunoterapia -que es un arma muy poderosa para luchar contra el cáncer, más que los fármacos tradicionales- no funciona en las metástasis más avanzadas del cáncer de colon como lo hace con otros tumores en otros órganos por ese llamado microambiente tumoral. Sin embargo, “en el laboratorio hemos descubierto que la inmunoterapia sí es efectiva en la enfermedad residual” en los primeros días tras el diagnóstico.
En Holanda, cuenta este biotecnólogo, ya hay un ensayo en humanos paralelo.
Para probar su investigación en España en personas “aún no hay nada definido”, admite. Primero, habría que esperan a los resultados del ensayo de Holanda. Adrià cree que “cambiar el uso” de la inmunoterapia “hacia etapas más tempranas podría ser algo beneficioso no solo para el cáncer de colon, sino para otros tipos de cáncer”.
“A día de hoy se curan pacientes que hace 10 años no se curaban y eso es gracias a nuevos fármacos que se han descubierto gracias a la investigación”, sentencia.
El descubrimiento de Cañellas abre la vía a desarrollar nuevos enfoques terapéuticos y herramientas de diagnóstico frente al cáncer. “La idea –dice- es que nuestros modelos y tecnologías ayuden a otros grupos a hacer descubrimientos en este ámbitos” y que el “uso de inmunoterapias de forma temprana beneficie a una buena proporción de pacientes”.
Adrià, tras la publicación de su tesis en la revista Nature, espera hacer el postdoctorado en California y “con el tiempo, si todo va bien, volver a España a formar mi propio equipo”. Mientras, en el IRB de Barcelona, el equipo del doctor Eduard Batlle seguirá profundizando en la inmunoterapia como tratamiento preventivo de la metástasis del cáncer de colon.
Esperemos que la marcha de Cañellas no sea un caso más de fuga de talento.