Un estudio ha detectado diferencias en el sistema cardiovascular de hombres y mujeres. Comprobarlo no ha sido fácil. Ha sido necesario que someter a varios participantes a un experimento un tanto aparatoso. Se les pidió que, tumbados boca arriba en una cámara de presión controlada, realizaran ejercicio físico en una bicicleta estática. Mediante ultrasonidos se comprobó cómo era el latido de los corazones para buscar las diferencias en la capacidad para bombear sangre al resto del cuerpo entre los hombres y las mujeres.
La investigación ha contado con la participación de equipos de la Universidad de Calgary y de Hong Kong y se se ha publicado en Science Translational Medicine. El resultado principal muestra que las mujeres con más masa muscular también veían incrementada su función coronaria, pero lo mismo no sucede con los hombres.
Se comprobó que las mujeres con más tejido muscular en sus brazos y piernas también tenían unos corazones con un diámetro interior mayor, lo que les confiere mayor capacidad de bombear sangre oxigenada al resto del cuerpo. Es importante que lo que se veía incrementado era el volumen interior de su corazón y no el grosor de las paredes de este órgano, una característica que ayuda a prevenir los fallos cardíacos.
Con los hombres no sucedía lo mismo, a pesar de que por lo general tienen mayor masa muscular que las mujeres. Los incrementos en su musculación no venían acompañados por una mayor capacidad de bombeo de sangre.
Los autores del estudio, Candela Díaz-Cañestro y David Montero, explican que estas diferencias ayudan a identificar un sesgo importante en muchas investigaciones realizadas tanto con humanos como en ratones, en las que los resultados obtenidos en participantes mayoritariamente masculinos tienden después a extrapolarse sin más a todos los individuos sin tener en cuenta su sexo. Se venía considerando a las mujeres igual que a hombres de menor peso y tamaño.
Los resultados del estudio pueden tener otras implicaciones más prácticas, por ejemplo, a la hora de diseñar rutinas de ejercicio físico para hombres y mujeres. “Este estudio nos permite empezar a entender los mecanismos que explican por qué las mujeres y los hombres desarrollan enfermedades coronarias de manera diferente", explica a Stat Emily Lau, cardióloga del Hospital General de Massachusetts.
Aún hay mucho desconocimiento sobre por qué las mujeres tienen mayor propensión a desarrollar determinadas afecciones cardíacas en forma de hipertrofia concéntrica, o engrosamiento de las paredes del corazón, y de fallos coronarios por falta de relajación del corazón, lo que dificulta que este órgano se llene adecuadamente de sangre para bombearla después.
Este estudio sugiere que fomentar un ejercicio físico que incremente la masa muscular, junto con entrenamientos para mejorar la resistencia, pueden ser especialmente beneficiosos a la hora de mejorar el funcionamiento y la estructura del corazón de las mujeres.
Es importante tener en cuenta que en este estudio no se asoció la cantidad de grasa corporal o el índice de masa corporal en general con la función cardíaca de las mujeres. Los resultados se refieren de manera específica sólo al tejido muscular. Es decir, no se trata de perder peso, sino de ganar músculo. Por lo tanto, puede que la clave para recomendar a una mujer realizar ejercicio, desde un punto de vista de la salud de su corazón, no sea fijarse simplemente en su peso.
En cualquier caso, son necesarias más investigaciones para extraer conclusiones fiables. El experimento fue realizado sólo con 70 personas sanas y de raza blanca.