La tecnología al servicio de la salud, la supervivencia y el rescate. Son las premisas del ensayo de un paramédico que, al más puro estilo Iron Man, se ha enfundado un traje jet para realizar un ensayo sobre las aplicaciones que podría tener para intervenir en operaciones de rescate en zonas desfavorables. Su uso, con una correcta metodología de búsqueda, podría resultar trascendental en determinadas situaciones de urgencia.
Por eso, y con el fin de que el traje pueda soportar cualquier tipo de clima y terreno, Jamie Walsh ha estado ayudando en esa idea de usar la tecnología como un factor clave y determinando ante este tipo de emergencias.
Para ello, el entrenamiento haciendo uso de este traje, –que fue diseñado por ‘Gravity Industries’ y ha estado en desarrollo desde 2017–, se ha llevado a cabo bajo fuertes lluvias y con ráfagas de viento de más de 48 km por hora.
Gracias a este equipo, que puede llegar a los 136 kilómetros por hora, se podrían acometer rescates de forma más rápida y eficaz que incluso utilizando un helicóptero, dado que la idea es que el traje pueda soportar cualquier tipo de clima y terreno, lo que resultaría diferencial.
Con este propósito, la última versión impresa en 3D incluye 2 motores mini-jet en cada brazo y tres en la mochila.