Han pasado más de 50 años desde que el Kenbak-1, el primer ordenador personal de la historia, llegó al mercado. Y desde entonces el PC ha resistido contra viento y marea todas las tendencias para seguir siendo uno de los dispositivos más presentes en todos los hogares. De hecho, el 63,1 por ciento de las personas de entre 16 y 64 años tiene uno, ya sea un sobremesa, un portátil, un convertible o un todo en uno, según el informe Digital 2022 de Hootsuite. Solo el smartphone está por encima.

Sin embargo, el PC no pasa ahora por sus mejores momentos después de experimentar un repunte durante la pandemia gracias a la digitalización y el teletrabajo. En el segundo trimestre de 2022 se vendieron en todo el mundo 71 millones de unidades, lo que supone una caída del 11,1% con respecto al año anterior, es decir, la bajada más pronunciada en el mercado desde 2013. Aunque el futuro es incierto, los expertos esperan que el mercado de sobremesa y portátiles se estabilice, mientras que las tablets y los móviles seguirán creciendo.

Pero ¿es realmente la tablet el enemigo mortal del PC? Según los expertos, se trata de mercados complementarios y perfectamente compatibles. Las tablets no harán desaparecer al ordenador personal ni mucho menos. El PC viene asociado a la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, mientras que la tablet se antoja como una mejor compañía para el tiempo de ocio. De hecho, casi nadie que quiere comprarse un portátil termina decantándose por una tablet, mientras que el que busca una tablet sí puede acabar comprándose un portátil. En cualquier caso, el PC también tiene que seguir mejorando sus prestaciones, renovase para no morir. En ese sentido, en Business Insider han consultado con varios expertos las tendencias y nuevas funciones que esperan que lleguen a los ordenadores en los próximos 5 a 10 años.

En la actualidad el precio de un ordenador puede variar mucho. Desde los 300 euros que puede costar un Chromebook hasta los 60.000 de un Mac Pro en su configuración máxima. Pero nadie sabe a ciencia cierta cuál será la tendencia en el futuro. Expertos y marcas no se ponen de acuerdo. Algunos apuestan por una subida de precios a corto plazo y teniendo en cuenta los problemas en la cadena de suministros. Otros creen que el coste para el consumidor será esencialmente el mismo y otros esperan que los precios bajen. Pase lo que pase, este dispositivo ya tan longevo parece tener el futuro asegurado, al haberse consolidado como un pilar fundamental del sector tecnológico.