Los celos patológicos de la asesina confesa de Gabriel
Ver a Ángel y a su exmujer Patricia, tan unidos debió hacer sufrir a Ana Julia. Ángel era su pareaja. Pero aún debió trastronar más su mente, la dedicación de Ángel a su hijo Gabriel. Un segundo plano inasumible. Además, los padres del niño, tenían una buena relación, compartían cuidados y educación. Demasiado para una personalidad compleja, patológica, dicen los expertos.
Para los investigadores de la UCO de Guardia Civil, Ana Julia Quezada es una mujer fría, posesiva y egocéntrica. Según prisólogos forenses consultados, la asesina confesa de Gabriel tiene un trastorno de la conducta, una psicopatología que le lleva a expresar su ira, su rabia, para satisfacer los celos patológicos, la posesión, sin ningún sentimiento de culpa, ni emoción. De manera impulsiva, lo que no significa, aclaran los expertos, que sea inimputable por el asesinato del niño.