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"La desesperación por conseguir trabajo nos hizo dejar el bolso fuera de la sala", lamenta Cristina, una de las aspirantes a un falso puesto de trabajo como cuidadora de ancianos. Al menos dos presuntos estafadores han engañado a 23 mujeres como ella, convenciéndolas de despojarse de sus pertenencias para participar en una supuesta entrevista colectiva: "Nunca nos imaginamos que nos iban a robar".
Los Mossos d'Esquadra investigan los hechos, que han tenido lugar en el centro de negocios Cenema, en Mataró (Barcelona). Los autores de la presunta estafa citaron a las aspirantes en una de sus salas para llevar a cabo una entrevista personal, un test psicológico y una prueba de polígrafo, tal y como explican las afectadas. Un exhaustivo proceso de selección que no levantó sus sospechas: "Nos dijeron que íbamos a cuidar a políticos y personas importantes, que tenían que saber a quién metían en sus casas", agrega Cristina.
Abigail tampoco desconfió: "El sitio era un buen lugar, un grupo de abogados estaba celebrando una reunión en la sala de al lado, nunca pensamos que íbamos a ser estafadas". "Nos hicieron dejar los bolsos en un armario porque había un detector de metales en la entrada", asegura. De hecho, los presuntos estafadores trataron de dar una apariencia real a la trama con diferentes versiones, como lamenta Cristina: "Nos dijeron que nuestras cosas alterarían los resultados del polígrafo, hemos sido tontas".
Después de entrar en la sala y de que los presuntos estafadores simularan quedarse sin formularios a rellenar para todas, estos salieron a buscar más y dejaron encerradas a las mujeres. Tras más de media hora, trataron salir y se percataron de lo que sucedía: consiguieron que una tercera persona les abriera la puerta y vieron que no había nada de lo que habían dejado en el armario.
"Estamos en proceso de identificar a un hombre y a una mujer que les pidieron que dejaran sus objetos personales en la sala donde habían hecho una primera reunión para entrar en otra", explica el subinspector de la comisaría de Mataró, Joan Carles Puig, que agrega: "Les han robado básicamente teléfonos, dinero en metálico y algunas joyas y relojes".
La oferta de trabajo, difundida en Whatsapp y Facebook, era irrechazable para las afectadas, aseguran: 1.200 euros por 40 horas semanales, con contrato indefinido, de lunes a viernes y con fines de semana y festivos libres.
Buscaban a dos cuidadoras internas para hacer horario partido (de 8 a 12 h y de 2 a 18 h) y dos externas para uno intensivo (de 7 a 19 h). "Labores: acompañamiento en casa, salir a dar paseos, preparar merienda, algunas tareas de limpieza y del hogar, y supervisar la ingesta de medicamentos", describía la oferta, dirigida a "chicas de 22 a 50 años" y a las que pedía disponibilidad inmediata.
"Necesitaba ese trabajo", lamenta Abigail, argentina que llegó a Barcelona hace cuatro meses, que añade: "Esta ha sido mi 'bienvenida'". Ella "solo" llevaba diez euros en el bolso, pero "había chicas que debían dos meses de alquiler que fueron en busca de trabajo y a las que también robaron". Clara también quería conseguir su puesto después de que el anciano al que cuidaba antes muriera por covid hace cuatro meses; a ella presuntamente le han robado el móvil, su única tarjeta de metro y el reloj.
Las afectadas han creado un grupo en las redes sociales en el que ya hay 23 integrantes, pero sospechan que puede haber más víctimas de la trama y han difundido un teléfono de contacto para encontrarlas. 14 de ellas ya han denunciado; el resto no lo han hecho aún "por temor", lamentan ellas. "Hay que frenar esto, hoy nos ha pasado a nosotras, nos han dejado sin nada, pero no queremos que les pase a otras chicas: juegan con la necesidad del ser humano", asegura Clara, desde el convencimiento que solo confiere el pasar por este mal trago.
Los Mossos d'Esquadra iniciaron la investigación el 11 de agosto tras las primeras denuncias de las víctimas. "Los supuestos entrevistadores alquilaban un espacio en un centro de negocios para generar un entorno de confianza y se aprovechaban de la necesidad de la gente para acceder a un puesto de trabajo bien remunerado", recogen los agentes de la comisaría de Mataró, que sostienen: "Difícilmente estas mujeres podían saber que realmente era una trampa".
La policía catalana destaca que los implicados también han estafado presuntamente al centro de negocios Cenema, donde citaron a las 23 afectadas. La empresa tampoco ha recibido ningún pago por el alquiler del espacio y los datos que facilitaron eran falsos, hecho que también investiga: "Acordaron pagar al finalizar el servicio pero estas dos personas se marcharon con el botín y sin pagarlo", resume el subinspector Joan Carles Puig.
Los investigadores, que mantienen las diligencias abiertas para localizar a los autores; no descartan que haya más víctimas y animan a presentar denuncia "a pesar de que puedan sentirse engañadas".