Una reforma de Colau obliga a los conductores a zigzaguear por los bancos colocados en medio de la calle
El Ayuntamiento de Barcelona ha reconvertido el entorno escolar para dar más seguridad
Los conductores denuncian que tienen que hacer 'eslalon' para esquivar los bancos
Desde el consistorio reconocen el error y explican que las obras no están acabadas
La nueva reforma municipal urbanística puesta en marcha por el gobierno de Colau en la calle Taxdirt de Barcelona ha vuelto a levantar polémica. Con el objetivo de favorecer la seguridad de los alumnos y las familias de la escuela ubicada en ese punto de la ciudad, el ayuntamiento ha colocado varios bancos y otros elementos urbanísticos en medio de la calle, cosa que obliga a los conductores a hacer 'eslalon' para esquivarlos.
Primero los coches tienen que circular por la derecha, ya que al lado izquierdo de la calzada hay ubicados bancos y bolas decorativas de hormigón, hasta que, al final, el espacio dedicado a la circulación del coche cambia y tienen que pasar a circular por la izquierda, debido a que en el tramo final de la calle hay colocados dos bancos a la derecha.
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Lo consideran "peligroso" y "caótico"
“Es un peligro para los peatones, para los conductores. No me sentaría en ese banco porque siento que se pone en riesgo la integridad física de las personas si a un coche se le va el volante”, comenta a NIUS un vecino de la zona. "Es un poco caótico, puede crear confusión a los coches. Ir por Barcelona es como hacer una yincana. Es muy fácil que un conductor se cargue el banco y a los que están sentados, me parece bien colocar bancos pero que haya elementos de seguridad”, comenta otra vecina.
Desde el consistorio reconocen que se trata de un error y explican que las obras todavía no están acabadas. Sin embargo, hasta este mismo martes (cuando ha saltado la polémica), no ha había ningún elemento de señalización para avisar de que es una obra que está a medias. "Los vecinos se han quejado con razón, debería estar señalizada. Falta cambiar las señales, poner maceteros para aislar la zona de peatones, elementos de iluminación para los coches y colocar un cojín berlines para evitar que se superen los 10 km por hora", explica Rosa Alarcón, concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona.
No me sentaría en ese banco porque siento que se pone en riesgo la integridad física de las personas si a un coche se le va el volante
En principio, según Rosa Alarcón, finalizarán a mediados de septiembre y el objetivo es que en esta calle la prioridad sea de los peatones. Por eso, hay hasta ocho bancos en la calzada. "Hemos elevado el paso de peatones para que los coches sepan que entran en un espacio seguro y tienen que reducir la seguridad, hemos puesto unos bancos que ayudarán a que haya espacio para los niños y hemos pintado la zona de carga y descarga para los comerciantes", añade la concejala.
Obras sin terminar
La particular disposición de esta calle se ha ido diseñando durante los últimos meses. El proceso ha consistido en hacer desaparecer un carril de zona verde para colocar los bancos. También se ha prohibido la circulación por esa calle a todos los coches y motos que no sean "vecinos" o "servicios". Sin embargo, desde el ayuntamiento aseguran que no todo el mundo cumple con esta obligación.
Desde la Associació de Famílies d’Alumnes (AFA) de la Escola de les Aigües, situada en esa misma calle, defienden esta reforma urbanística y reclaman seguir reduciendo al máximo el volumen de tráfico en la calle durante los últimos meses para garantizar "la seguridad de los alumnos y del barrio". La asociación ha protagonizado varios cortes de la calle reivindicando menos espacio para coches, especialmente después de que el año pasado atropellaran un niño de 4 años.
Si bien reconocen que se ha avanzado mucho y que ahora "la calle es menos transitada" gracias a que "el Ayuntamiento ha apostado para que de prioridad peatonal", reclaman que se reduzca todavía más la circulación. "Desgraciadamente, estas actuaciones son claramente insuficientes y actualmente circulan demasiado vehículos y a velocidades demasiado elevadas, sin respetar la prioridad de los peatones y poniendo en riesgo la seguridad de los niños ", aseguran en un comunicado.