Los mossos siguen buscando a Adrián Molina Romera, el preso de Lledoners que este martes se dio a la fuga tras atacar con extintores a los agentes que le custodiaban en una visita al dentista. El joven de 22 años, cumplía condena de 10 meses por robo con alunizaje en un concesionario.
El preso era considerado "proclive a la fuga" por la policía catalana, según fuentes cercanas a la investigación. Sin embargo no llevaba esposas en su visita al odontólogo porque se había lesionado la muñeca. Fuentes de la investigación sospechan que se lesionó a propósito cuando planeaba la huida.
El reo tiene varias causas abiertas por robos en viviendas y una tentativa de homicidio ya que intentó arrollar a una patrulla de mossos que hacía controles durante el confinamiento de abril de 2021. Ya han pasado 24 horas de la fuga, que fue posible gracias a la colaboración de varios cómplices.
La Conselleria de Interior califica el caso de "complicado". Explican que el operativo que acompaña a los presos en este tipo de salidas siempre se organiza en función del grado de peligrosidad del interno. En este caso, era un preso con buena conducta y no peligroso que cumplía una condena de 10 meses por robo y que en estos casos los presos van custodiados por dos agentes.
Los hechos ocurrieron este martes cuando una patrulla trasladaba al recluso del Centro Penitenciario de Lledoners (Sant Joan de Vilatorrada, Barcelona) a una clínica dental de la Rambla d'Ègara de Terrassa. A su salida del local, Molina roció con extintores a los agentes y aprovechó el desconcierto provocado por el ataque para zafarse de la patrulla. Acto seguido, entró en un coche y huyeron a toda velocidad.
Las empleadas de la cínica dental aseguraron que el paciente estaba "muy nervioso" y "miraba hacia la calle todo el rato". Fue la madre de Molina quien pidió cita en la consulta del odontólogo hace unos días. Un agente resultó herido por el impacto del gas del extintor a presión en los ojos, y fue trasladado al hospital con los ojos ensangrentados.