Dos frases contenidas en un disco duro del año 2001 pueden haber cambiado el destino de un caso sin resolver. "Me coincidieron unas cuantas situaciones malas: negativa en una entrevista de trabajo, examen de inglés hasta las 21 h" y "la última salida de los Ports fue todo un éxito. Espero que vengas a alguna de las próximas que hay en el calendario", escribió presuntamente Xavi Jiménez a Helena Jubany por correo electrónico. Meses después, la madrugada del 2 de diciembre de hace 20 años, esta bibliotecaria de Sabadell fue arrojada desde una azotea.
Joan Jubany celebra la noticia trascendida ayer, 1 de diciembre de 2021. El caso estaba a punto de prescribir para los no imputados cuando su abogado, Benet Salellas, le llamó y le despertó de la siesta: el juez ha imputado a Jiménez, uno de los principales sospechosos para la familia, y se le podrá investigar durante los próximos 20 años. Lo relaciona con un anónimo que la víctima recibió semanas antes de morir, en el que su autor expresaba su deseo de "volver a coincidir en una excursión" y de "encontrar un sitio bueno, bonito y barato para perfeccionar el inglés".
El hermano de la víctima de uno de los casos sin resolver más polémicos de Cataluña atiende a este diario con motivo de las dos décadas del crimen. Algo ha cambiado en su discurso. Ha pasado del "estamos en tiempo de descuento" a "tenemos 20 años más", después de una instrucción que tacha de irregular y de misógina, de un sobreseimiento como consecuencia del suicidio de una de las principales sospechosas y de dos reaperturas; la familia espera que esta sea la definitiva.
P: El juez ha imputado a Xavi Jiménez, uno de vuestros principales sospechosos...
R: Uno de los tres que pedimos imputar la semana pasada. Helena sospechaba que estaba detrás de los anónimos que recibió antes de morir. Es de la Unió Excursionista de Sabadell (UES, de la que también formaba parte Helena) y del círculo cercano de Santi Laiglesia, otro de los principales sospechosos. Al principio del caso, se contradijo en su coartada con Jaume Sanllehí y el juez permitió un careo y que se pusieran de acuerdo.
El juez nos denegó imputarlo la semana pasada argumentando que en esta segunda reapertura solo era válido lo que hubiese dentro del disco duro del ordenador.
P: ¿Qué hay en ese disco duro para que ahora sí lo impute?
R: Contratamos a un informático forense y hemos estado meses buscando en él. Y encontramos un correo electrónico vinculado con el segundo anónimo, ya que ambos hablan de excursiones y de mejorar el nivel de inglés. Y ahora le harán pruebas caligráficas, algo que pedimos muchas veces en 2003 y el juez siempre nos lo denegó y se centró solo en las mujeres sospechosas. Ahora, 17 años después, lo ha acordado un nuevo juez.
P: ¿Creéis que hay más información que pueda vincular a más personas?
R: Somos conscientes de que es muy difícil encontrar pruebas en este disco duro, de un ordenador de 2001 y que no tiene nada que ver con la información que queda registrada en los ordenadores de hoy en día. Helena lo usaba para trabajar y estudiar y, como no tenía teléfono móvil, el ordenador no interactuaba con otros dispositivos. Es difícil encontrar elementos, pero esperamos que la policía haga su trabajo y encuentre lo que pueda haber.
P: Parecía que esos 20 años se esfumaban y que el caso iba a prescribir para Jiménez...
R: El contador se le ha puesto a cero. Ahora, tenemos 20 años más para investigar a esta persona y determinar su grado de implicación en el asesinato de Helena. Es una muy buena noticia. Era el último día y faltaban unas pocas horas cuando hemos conseguido que el juez lo impute, con la esperanza de que esta vez sí se investigue sin obstáculos y podamos llegar a saber la verdad.
P: El caso prescribe para Laiglesia en 2025 y para Jiménez en 2041... ¿pensáis que la investigación y las que se deriven de ella estarán 'cojas' ya que no podrá basarse en nadie más que ellos?
R: Lo ideal sería poder investigar a cualquier persona que esté vinculada con el crimen. Tenemos la espada de Damocles de la prescripción que, según la interpretación, puede haber acabado esta misma madrugada o que tengamos 80 días por la inactividad judicial durante el estado de alarma.
P: Sea como sea, os han dado la razón al menos en imputar a Jiménez...
R: Es fantástico, pero no entendemos que sea tan difícil llegar a un juicio porque los otros elementos que hemos estado aportando todos estos años eran tan útiles para la investigación como este. Pero por formalismos y por burocracia judicial, no los han querido incorporar a la investigación.
Esperemos que esto abra la posibilidad de lo que hemos pedido siempre: una investigación policial a fondo, en profundidad y global, con todos los elementos que hay sobre la mesa.
P: El disco duro también contiene mensajes de un acosador...
R: Encontramos unos chats en los que una persona con el pseudónimo Rius Kant la acosaba. Era alguien a quien le gustaba Helena e intentaba ligar con ella, pero ella no quería hablar con él y lo bloqueaba. Incluso él se creó nuevos perfiles para evitar el bloqueo y suplantó su identidad y se hizo pasar por ella en chats con sus amigos para conseguir información.
P: ¿Qué ha declarado?
R: Que no recuerda nada. Fue el 5 de noviembre y, a todo lo que se le preguntó, dijo que no se acuerda ni de tener ese nickname, ni de haber chateado con Helena ni de nada. Y ya.
P: ¿Qué errores se cometieron durante la primera apertura de la causa?
R: Nos topamos con un juez instructor que, en vez de facilitar la investigación, la entorpeció. Se fijó en dos mujeres como sospechosas y tiró por ahí. Nosotros pedimos que se hicieran pruebas caligráficas a los hombre sospechosos y siempre lo negó. Cuando Muntsa se suicidó en prisión, en vez de tirar del hilo que quedaba (su compañero, Santi Laiglesia) decidió archivarlo.
Fue muy contundente contra las mujeres sospechosas y muy benevolente con los hombres sospechosos, y no permitió investigarlos. Un claro caso de misoginia.
P: ¿Por qué se suicidó Muntsa en prisión provisional?
R: Eso solo lo sabría ella, pero la sensación que nos queda es que se suicidó para no delatar al resto de implicados. Creemos que ella estaba implicada en el crimen. No sabemos a qué nivel ni en qué condiciones, voluntariamente o bajo presión, pero todas las pruebas apuntan a que ella estaba implicada. De hecho, pasó en su casa.
P: ¿Qué errores se han cometido después, en las reaperturas?
R: El juez denegó pinchar los teléfonos de los sospechosos Santi Laiglesia y Xavi Jiménez a pesar de que lo pidió la policía de Sabadell. Tampoco aceptó todos los indicios que presentamos contra el primero, aunque sí que reabrió la causa por primera vez. Pero luego no funcionaba la grabadora de los juzgados y suspendió las declaraciones hasta meses después. También debía citar a declarar a un sospechoso, pero llamó a su hijo y no a él...
Hasta que la Audiencia Provincial de Barcelona aceptó un recurso de la defensa de Santi, revocó la reapertura y ordenó al juez de Sabadell archivar la causa en marzo de este año.
P: Fue como volver al 2005, cuando se sobreseyó la causa...
R: Supone que no se tenga en cuenta lo hecho hasta ahora que pueda incriminar a Santi Laiglesia. La sentencia de la Audiencia de Barcelona valora si los indicios son suficientemente incriminatorios, y no si son novedosos o no. La hemos recurrido al Tribunal Constitucional porque pensamos que se extralimita, esa valoración se debe hacer más adelante y no al inicio de la investigación.
No sabemos cuándo resolverá ni cuál será el resultado, pero nos tememos que, aunque nos nos diera la razón, llegará cuando el caso prescriba.
P: Tampoco permite que los Mossos d'Esquadra investiguen...
R: Lo hemos pedido hasta en cuatro ocasiones y se ha negado en las cuatro, por un motivo u otro. Los Mossos tienen ganas, tienen una Unidad Central de Homicidios con experiencia, especializada en casos no resueltos y con buen índice de éxito. Pero siempre ha designado al Cuerpo Nacional de Policía como policía judicial.
P: ¿Habéis presentado vuestras investigaciones a la Policía Nacional?
R: Cuando hemos hablado con sus investigadores, nos han insistido que ellos tan solo harán las diligencias que les diga el juez. Y que los indicios que consigamos, que se los llevemos al juez, pero eso supone comunicárselo también al abogado de la otra parte. No tiene sentido. Es como si un profesor enseñara las preguntas del examen a los alumnos. Es enseñar nuestras cartas. Es bastante decepcionante.
P: ¿Y Fiscalía? ¿Qué os parece su papel?
R: No estamos contentos porque podríamos haber tenido a los mossos investigando a fondo y por su tozudez y la del juez, no hemos podido tener a ninguna policía investigando. Y es que la actitud de la Policía Nacional ha sido decepcionante.
P: ¿Qué ambiente se vivía en la UES, de la que Helena formaba parte?
R: No lo sé, solo sé que nunca le han hecho un homenaje o un acto en recuerdo. Y en vez de considerar como uno de los suyos a Helena, que es la victima, y ayudar a saber quien la mató, se preocupaba mas por encubrir a los sospechosos de haberla asesinado.
P: Os desempeñáis como unos auténticos investigadores...
R: Pero no es nuestra función, somos la familia de la víctima, no la Policía ni la Fiscalía. No tenemos que encontrar o dejar de encontrar al asesino. Hemos aportado hasta 16 testimonios y once elementos de prueba, pero los deben trabajar para convertirse en pruebas de cargo, y no pueden pedirnos que hagamos su trabajo. Esta es una situación kafkiana en la que el juez ha puesto muchos límites a la investigación.
P: ¿Qué recuerdas de ese 2 de diciembre de hace 20 años?
R: Yo tenía 31 años y estaba en mi casa, en Mataró, con mi compañera, que estaba embarazada. Aquel mes de diciembre fue un cóctel muy bestia de emociones. El día 2 mataron a Helena y el 12 nació mi primera hija y primera nieta de mis padres. Todo en cuestión de tan solo diez días.
P: El Joan de hoy no debe ser el mismo que el de hace 20 años.. ¿qué le dirías al Joan de entonces?
R: Es muy profunda esa pregunta. Le diría que el sistema policial judicial es muy injusto e imprevisible tal y como está montado. Y que no hay un manual de cómo hacerlo bien, pero quienes lo están haciendo mal no somos nosotros, sino el juez y la Fiscalía.
P: ¿En qué te ha cambiado el caso?
R: Ha habido momentos de todo, pero en el fondo no deja de ser un aprendizaje vital que nadie quiere vivir. Hemos conseguido darle la vuelta al calcetín y recordar a Helena en positivo, creando un premio literario con su nombre que entregamos cada 2 de diciembre; vamos por la 14ª edición. Y una de las cosas que valoraremos mucho es la solidaridad y la compañía que recibimos de mucha gente.
Como familia, queremos cerrar el duelo, y como parte de la sociedad, clamar contra los feminicidios.
P: ¿Es complicado para ti tener este tipo de conversaciones?
R: Me he ido acostumbrando.