La firme oposición del Ayuntamiento de Barcelona al proyecto Hermitage, una sucursal del famoso museo de San Petersburgo, ha acabado por hacer desistir de la idea a sus promotores. El proyecto Hermitage se despide de la ciudad y no solo eso: luchará por recuperar todo el dinero que la promotora ya había invertido en este proyecto, rechazado frontalmente por el gobierno de Ada Colau.
Según avanzó El País, el proyecto Hermitage ya ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento de Barcelona, en el que también se reclama una indemnización adicional. La empresa defiende que tiene una concesión otorgada desde el pasado 26 de mayo de 2021, lo que permitiría "desarrollar el proyecto en este emplazamiento que legalmente le ha sido otorgado".
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona lo niega rotundamente porque, mantiene, la concesión se la otorgó el Puerto de Barcelona. La teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, Janet Sanz, ha asegurado este viernes 28 de enero que "la demanda no tiene ningún recorrido judicial porque no se ha firmado nada con el Hermitage".
El Port de Barcelona es propietario de los terrenos en los que se tenía que levantar el edificio y, el 26 de mayo de 2021, autorizó la construcción con la condición de que se firmase el convenio. Solo dos días después de la decisión del puerto, el gobierno municipal aprobó no tramitar el documento conjunto.
Sanz asegura que los servicios jurídicos del consistorio "están tranquilos" porque la ciudad "no tendrá que pagar ninguna indemnización", algo que el proyecto reclama para hacer frente a los costes generados durante los años en los que se ha estado trabajando.
El Ayuntamiento de Barcelona mantiene que "todos los informes económicos y urbanísticos desaconsejaban la instalación del Hermitage" en el Puerto de Barcelona. Para el gobierno municipal, "la alternativa del Liceu Mar es mucho mejor y tiene arraigo en la ciudad".
Precisamente, la concejala ha elogiado la propuesta del Gran Teatre del Liceu de abrir una segunda sede en el espacio hasta ahora ocupado por el Imax. Sanz ha avanzado que "se está trabajando en el encaje urbanístico del espacio, los consensos necesarios y los recursos" para impulsarlo.
Janet Sanz también ha dejado claro que el Ayuntamiento "no ha recibido ningún tipo de comunicación por parte de los promotores", sino que el contacto con el proyecto lo ha tenido siempre el Puerto de Barcelona, propietario de los terrenos.
Con la negativa definitiva de Barcelona para el Hermitage, se abre una batalla entre otras ciudades españolas para intentar captar el proyecto. La idea se gestó hace diez años, cuando un grupo de inversores privados anunciaba en 2012 su interés por abrir un satélite del famoso museo de San Petersburgo en Barcelona. Un proyecto que contemplaba la inversión de más de 50 millones de euros.
De esta forma, en la pinacoteca de la ciudad condal se podrían ver múltiples obras cedidas por el museo ruso. El edificio fue diseñado por el famoso arquitecto Toyo Ito y tenía la intención de construirse en un solar de 3.240 metros cuadrados al lado del Hotel Vela, en el Puerto de Barcelona.