Una anécdota de antaño y el nombre de un cubata en vías de extinción. Son los elementos que le bastan a Esther Martínez para arrasar en las redes sociales. Paco y el chispazo, Pedro y sus pimientos y, sobre todo, Juan y su "torombolo". "Juan era un cliente del bar de mis abuelos que se pedía siempre eso, un combinado de vodka con zumo de piña", explica esta catalana de 39 años desde su bar de Montgat.
Precisamente desde La Plaça Gastrobar en la que trabaja, graba vídeos para TikTok de ella misma explicando historias que le sirven de excusa para recuperar copas típicas de las décadas de los 70 y 80. Le siguen más de 227.000 usuarios en dicha red social, en la que acumula más de siete millones de 'me gusta'. Un éxito que esta periodista de formación, la cuarta generación de una misma familia al frente del local, no se esperaba.
Como tantas historias, la suya tiene la pandemia como punto de partida. El confinamiento la llevó a elaborar y compartir recetas y, animada por un amigo experto en marketing digital que supo ver su potencial, probó suerte en Instagram; luego dio el salto a TikTok, plataforma en la que publica un vídeo diario bajo el nombre @xiquetamontgat y en la que creció como la espuma.
Detrás del nombre que ha arrasado en dicha plataforma, otra historia. Se la regalaron unos clientes "que ahora ya son amigos" y que siempre han conocido el bar como "el de las xiquetas", porque detrás de la barra siempre se han encontrado a las mujeres de la familia: ella, su hermana y su madre. Esther quiso aprovechar esta anécdota para iniciar sus andanzas en el mundo de las redes.
La barista cree que su éxito en TikTok se debe, precisamente, al perfil de seguidores que se interesan por sus copas ochenteras: jóvenes de menos de 18 años.
"Tiene su gracia", reflexiona Esther, "lo de haber calando entre los jóvenes con un tema que no deja de ser del pasado". Los jóvenes "alucinan con el tipo de cubatas que se hacían, con vaso de tubo y proporciones desmedidas".
Su presencia en las redes hace que haya quien la reconozca cuando visita otros bares. Incluso hay seguidores que se desplazan hasta el suyo para conocerla. El último gesto que han tenido con ella, la postal navideña de dos niños enviada desde Vizcaya para felicitarle las fiestas. Ella, agradecida, comparte la alegría que ello le ha provocado: "Seguiré haciendo vídeos en TikTok".
No obstante, y a pesar de que el alcohol combinado con todo tipo de refrescos estén detrás de su éxito, su pasión es el café. De hecho, sus inicios en las redes fueron con esta bebida como protagonista; pero a la barista lo que realmente le apasiona es comunicar: "Lo que me gusta es que lo que explico llegue a la persona que está detrás de la pantalla"
Por este local que ahora triunfa en Tiktok han pasado cuatro generaciones, y aunque se podría decir que ahora pasa por su mejor momento, Esther lo tiene claro: "La mejor etapa fue entonces, con sus rondas y sus mezclas".
Para esta vecina de Montgat, "no hay mayor regalo que poder rememorar esa época" y que cada día "se presenten nuevos clientes con ganas de probar el torombolo".