Medio centenar de campesinos y ganaderos catalanes se han concentrado este martes en las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Lleida, en contra del acuerdo comercial de la Unión Europea (UE) con los países del Mercosur.

Los presentes en la protesta, donde también han llegado media docena de tractores, han entregado un manifiesto en el que denuncian que "el acuerdo de libre mercado va a comportar la ruina de la agricultura local porque solo beneficia a grandes empresas que venden bajo costes".

Según ha explicado Ramón Rojo, secretario del Gremi Pagesia Catalana, el acuerdo supone "un riesgo para los agricultores y ganadores europeos" porque no pueden competir contra los grandes tenedores de Sudamérica: "No entendemos cómo el Gobierno vende así a sus agricultores, este acuerdo nos llevará a la ruina".

En el manifiesto dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, campesinos y ganaderos muestran su rechazo sobre el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, que "atenta directamente contra la salud alimentaria de los consumidores, ya que permitirá la entrada masiva de productos agroalimentarios procedentes de países con normas más laxas en materia laboral, ambiental y de seguridad alimentaria".

También denuncian la competencia desleal, que será "devastadora" en el sector con la llegada masiva de carne de vacuno, cerdo, pollo, cereales, fruta y frutos secos entre otros, procedentes del Mercosur, que "creará una competencia desproporcionada".

Otra de las quejas es la supresión de los aranceles, que "provocará un aumento de la demanda productiva de estos países acelerando la deforestación en zonas naturales de Sudamérica para implantar cultivos que deberán exportarse hacia aquí, haciendo que los precios de los alimentos básicos suban a la población autóctona de estas regiones".

Por todo ello, consideran "absurdo" importar productos que en la Unión Europea ya producen y solicitan protección para la agricultura local, "que es la que vela por la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria, respetando el medio ambiente", protección de la soberanía alimentaria, "garantizando que nuestros productos locales sean prioritarios, porque respetan la salud de los consumidores y el medio ambiente, haciendo así un país autosuficiente".

Otra de las demandas es garantizar la salud alimentaria de todos los consumidores y la reducción de la huella de carbono en la producción agrícola, "apostando por una agricultura sostenible local, que respete nuestros ecosistemas y contribuya a la lucha contra el cambio climático".

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