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Barcelona ya se prepara para la llegada de la Navidad, que este año no contará con su habitual belén en la plaza de Sant Jaume y será sustituido por una estrella luminosa de 20 puntas, que proyectará reflejos de luz sobre las fachadas de la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de la capital catalana.
La estrella se instalará el 29 de noviembre y contará con puntas de cuatro metros de longitud. Una pieza "imponente", con un diámetro de nueve metros y una anchura de 10,6 metros que pesa 2,5 toneladas y está hecha de hierro, metacrilato y luces LED.
Esta creación artística se ha bautizado con el nombre de Origen y se trata de una figura geométrica regular que remite al momento de creación del universo, en la que una gran explosión transformó las tinieblas en luz y energía, y simboliza precisamente la armonía.
La estrella se podrá ver en la plaza Sant Jaume hasta el 5 de enero y, cuando oscurezca, empezará un espectáculo audiovisual inmersivo alrededor de la pieza con una banda sonora original que se podrá disfrutar abriendo una aplicación web mediante un código QR, permitiendo conectar el teléfono móvil al sonido en directo de la plaza a través de un mapa interactivo.
"El espectáculo se podrá escuchar en directo con el móvil y con auriculares, imprescindibles para vivir la experiencia con la máxima calidad", ha explicado el Ayuntamiento de Barcelona sobre el acto, que durará cinco minutos y tendrá lugar todos los días de 18:30 a 22:00 horas, en sesiones cada treinta minutos.
Este año el pesebre tradicional, elaborado por la Asociación de Belenistas de Barcelona, se traslada del Museo Marès al Patio de los Carruajes del Ayuntamiento. La instalación llevará hasta el centro de Barcelona el olor del mar, vínculo de las dos grandes fuentes de inspiración de la propuesta: la conmemoración del centenario del poeta Joan Salvat-Papasseit, que trabajó en el Moll de la Fusta y evocó en algunos de sus versos, y la Copa América de vela, clausurada hace unas semanas.
Se podrá visitar del 29 de noviembre al 5 de enero, aunque permanecerá cerrado el 25 de diciembre y el 1 de enero; de lunes a viernes, de 11.00 a 19.00 horas, y sábados, domingos y festivos, 11.00 a 20.00 horas.
El pesebre está montado sobre una mesa de aproximadamente 8 metros de ancho por 4 metros de fondo, con una altura de 70 centímetros, e incluye escenas emblemáticas como el nacimiento, la anunciación, el camino de los Reyes y una escena de San Francisco, sin olvidar figuras tradicionales y mundialmente conocidas como el caganer.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé, preguntado por la posible polémica que pueda generar el traslado del belén tradicionalmente ubicado en la plaza de Sant Jaume, ha respondido que, a pesar de esta reubicación, este año habrá dos que se colocarán en la Generalitat y en el Ayuntamiento.
"En realidad tenemos más belenes que nunca", ha afirmado Marcè, que también ha puesto en valor la colaboración entre las dos instituciones al unificar el mismo relato en la plaza.
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