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Barcelona ha registrados los "mejores" niveles de media anual de dióxido de nitrógeno (NO2) desde que se tienen registros, según el informe de calidad del aire de la Agencia de Salud Pública de la capital catalana, que constata la tendencia de descenso de los últimos años, mientras que las partículas PM 10 y PM 2,5 se mantienen en niveles estables desde 2013.
Además de concretar los niveles de contaminación del aire en las estaciones de medida de la ciudad, y estimar el impacto sobre la salud de esta contaminación, el informe calcula los niveles de exposición de la población. En este sentido, el documento apunta que el nivel de exposición a NO2 durante el año 2023 es el más bajo desde que se empezó a registrar en 2018, mientras que el de PM 2,5 es similar al de los años 2020-2022.
El informe indica que la exposición de la población barcelonesa al contaminante atmosférico NO2 fue de 26 microgramos por metro cúbico en 2023, un registro 5 puntos inferior respecto a los 31 microgramos por metro cúbico de 2022 y 14 respecto a los 40 microgramos detectados en la primera medición registrada en 2018.
Durante el año 2023, tanto el NO2 como las partículas PM 2,5 se han mantenido por debajo de los límites legales actuales fijados por la Unión Europea en todas las estaciones de la ciudad, pero siguen por encima de los niveles establecidos por el OMS (10 y 5 μg/m 3 , respectivamente) y de los futuros valores europeos (20 y 10 μg/m 3 ) de la normativa europea a partir de 2030.
El impacto sobre la salud atribuible a la contaminación en el período 2020-2023 es un 32% inferior al estimado para los años 2018-2019. A pesar de la mejora, este impacto negativo sobre la salud sigue siendo considerable al atribuirse alrededor del 8% de las muertes (el 13% en 2018-2019), el 36% de los casos de asma infantil (el 51% en 2018-2109) y el 12% de los casos nuevos de cáncer de pulmón cada año (el 17% en 2018-2019).
"Respiramos un aire mucho más limpio que generaciones anteriores", ha explicado la concejala de Salud, Marta Villanueva, sobre un descenso de los niveles de NO2 que relacionan con la renovación del parque de vehículos y la reducción del tráfico en la ciudad.
La Zona de Bajas Emisiones ha sido clave para consolidar un parque de vehículos más limpio en Barcelona. En 2023, el número de turismos que circularon en la ciudad con etiqueta ECO fue superior a los que circulaban con etiqueta B (amarilla).
Otras medidas que ya se han implementado desde el Ayuntamiento de Barcelona para mejorar la calidad del aire son la apuesta por la descarbonización de la movilidad con una implicación importante de la flota pública, ciudad 30, la pacificación de calles y ámbitos de ciudad, o impulso de la bicicleta, entre otros.
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