Un hombre ha sido condenado a 17 años de prisión por intentar acabar con la vida de dos vecinos suyos en Barcelona a los que roció con gasolina y, después, prendió fuego lo que ocasionó que la sobrina del procesado resultara herida en la disputa. La Audiencia de la capital catalana ha dictaminado en la sentencia que, por los hechos ocurridos en 2020, la sección quinta ha condenado al agresor a 14 años de prisión por dos delitos de intento de homicidio, a tres más por otro de lesiones, a indemnizar a las víctimas con casi 140.000 euros y a diez años de libertad vigilada.
El fallo resulta del suceso probado en la madrugada del 14 de diciembre de 2020 cuando el acusado se encontraba en su domicilio de Barcelona en compañía de dos vecinos y de su sobrina. En un momento de la noche, el hombre amenazó con rociarles con el bidón de gasolina que las propias víctimas le habían llevado a casa. El condenado cumplió con su intimidación y les echó el líquido inflamable para después prenderles fuego con un mechero.
La acción del agresor ocasionó que los dos vecinos comenzaran a arder con una clara tentativa de "causar la muerte a sus vecinos", según ha reflejado la sala. Por ello, la acusación particular solicitaba 28 años de cárcel por dos ilícitos de intento de asesinato, mientras que la Fiscalía pedía para el acusado 27 años por tentativa de homicidio, lesiones y amenazas.
El tribunal ha descrito que el hombre, al prender fuego a sus vecinos, accedió a provocarle lesiones a su propia sobrina, ya que la chica "se encontraba a pocos metros" cuando se produjo la agresión y "no tenía ocasión de escapar sin atravesar la línea de fuego". Tanto los vecinos como la sobrina resultaron heridos de gravedad, incluso uno de ellos requirió cirugía y un largo periodo de recuperación al quemarse el 30% de su superficie corporal total.
La Audiencia de Barcelona no tiene "ninguna duda de que el acusado actuaba claramente con intención homicida", al "rociar completamente con gasolina a dos personas, todo ello en el interior de una vivienda", para luego buscar un mechero con la voluntad de prenderles fuego. Además, sobre las lesiones de su sobrina, ha señalado que dado que la joven se encontraba en la misma habitación que el resto, está claro que "no podía huir sin que le afecten las llamas", por lo que el procesado "con casi total seguridad" asumió que su ataque podía dañar también a su familiar.
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