La sequía reduce la presencia de mosquitos: pese a ser molestos por las picaduras, son claves en los ecosistemas

La presencia de mosquitos en las calles de Barcelona ha bajado un 45% en 2023 respecto al 2022 por la sequía. Un descenso que deja efectos en el medio ambiente ante la pérdida de biodiversidad de un insecto que, pese a ser molestos para muchos por las picaduras, es clave para preservar los ecosistemas debido a su función polinizadora.

"Venimos de tres años de sequía. Esto ha favorecido a una desecación de los focos de cría y que los mosquitos tengan menos lugares de proliferación", explica Tomás Montalvo, responsable de la Vigilancia y Control de plagas de la Agencia de Salud Pública de Barcelona a Informativos Telecinco.

Este descenso continúa la tendencia de los últimos años provocada por la situación de sequía, donde la falta de lluvia provoca que los elementos urbanos que acumulan el agua de las precipitaciones estén secos.

"El ciclo biológico del mosquito está vinculado al agua. En un fenómeno como la sequía podemos tener temperatura, pero mucha menos agua, lo que dificulta su cría y la creación de focos", añade Tomás Montalvo sobre un insecto que se mueve en lugares de aguas estancadas.

Una pérdida de biodiversidad que tiene su efecto en el ecosistema. "Los mosquitos tienen funciones que muchos desconocen: son alimento de otras especies y son polinizadores", apuntan desde la Agencia de Salud Pública de Barcelona, que intensifica desde abril hasta noviembre la vigilancia y prevención de estos insectos en espacios públicos e interviene, si detecta actividad.

Para ello, cuentan con diferentes zonas que monitorean cada tres semanas: "Tenemos 82 en toda la ciudad, que seleccionamos según los criterios de actividad del mosquito del año anterior y los arbovirus, ya que puede haber transmisiones locales por gente que viene con esta enfermedad importada y puede coincidir con el mosquito tigre".

Precisamente, el 70% de los focos de cría de mosquitos tigre se encuentran en zonas exteriores de propiedad privada. "Hace una puesta de 100-200 huevos que coloca en distintos puntos. Cuando detectamos la fase acuática en las larvas es cuando actuamos para evitar que se complete el ciclo", reconoce Tomás Montalvo.

Ante la actividad del mosquito tigre en propiedades privadas, la Agencia de Salud Pública de Barcelona recuerda una pauta sencilla para que la gente lleve a cabo en sus casas. "Hacer una inspección una vez a la semana de terraza y jardín y detectar elementos con agua, que habría que vaciar, retirar o proteger si no se puede quitar". Es el caso de un plato de tiesto: "Habría que darle la vuelta o quitarlo".

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