Los Mossos d'Esquadra han detenido a 221 multirreincidentes especializados en hurtos y robos en autopistas catalanas entre enero de 2023 y el primer trimestre de 2024. El último operativo se realizó días atrás, con la desarticulación de un grupo de 'teloneros' que sustrajo más de un millón de euros de mercancía en 42 robos a camiones, en áreas de servicio de la AP-7, la C-58 y la C-33.
La policía catalana ha identificado a dos grupos principales en las vías rápidas. Es el caso de los 'pisteros' y los 'teloneros'. Los primeros se dedican a realizar robos al descuido y entre sus métodos está la modalidad 'pincha-ruedas', haciéndose pasar por falsos policías u otros engaños para sabotear el vehículo.
Este tipo de robos representa un 70% de delitos que investiga la División de Investigación Viaria de la División de Tráfico. En el caso de la modalidad delictiva de los 'teloneros', que consiste en robar mercancía en camiones, se trata del 20% de delitos.
La alternancia entre estas dos modalidades radica principalmente en la estacionalidad. Entre los meses de junio y septiembre, la actividad delictiva se centra en hurtos, mayoritariamente al descuido, asociados al aumento de desplazamientos en período vacacional. Por contra, los hechos denunciados protagonizados por 'teloneros' tienen lugar entre septiembre a enero, y de marzo a junio.
El perfil de estos grupos son residentes en Cataluña, multirreincidentes, y especializados en los delitos que perpetran. No suelen utilizar la violencia, aunque en determinados casos pueden utilizarla para asegurarse el robo o la huida. De forma puntual, se produce un incremento de autores que vienen de fuera de Cataluña durante la temporada estival para cometer hurtos, principalmente.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron a finales de mayo a seis personas, de entre 20 y 35 años, que formaban parte de un grupo criminal especializado en el robo de cargas de camiones estacionados en las áreas de servicio y de descanso de autopistas y autovías catalanas. Los investigadores les atribuyen 42 hechos, entre ellos tres robos con violencia o intimidación.
Los miembros del grupo sustrajeron distintos tipos de productos, por un valor que se aproximaría al millón de euros, y suman 102 antecedentes por hechos patrimoniales. Los robos se concentraban mayoritariamente en las áreas de servicio y descanso Porta de Barcelona, Montseny, Bellaterra y Sant Celoni de la autopista AP-7; aunque también se detectaron algunos hechos ocurridos en las autopistas C-58 y C-33.
Durante el dispositivo se localizaron algunas de las mercancías sustraídas, llaves de vehículos susceptibles de haber sido sustraídos, elementos característicos para cometer robos de la modalidad conocida como 'telonero', así como herramientas y dispositivos electrónicos para sustraer furgonetas y vehículos.
En los registros también se localizaron ocho extintores que los investigados solían vaciar en el momento de la huida para rociar a los vehículos policiales que los detectaban. También se recuperó un vehículo sustraído de alta gama y se intervinieron tres de los vehículos que utilizaba el grupo a modo de “lanzadera”.
También se les investiga por el robo de al menos ocho vehículos de alta gama que fueron recuperados, y al menos seis turismos, y tres furgonetas, ya recuperadas también, que utilizaban para cargar los efectos sustraídos.
Los investigados actuaban de forma muy selectiva y buscaban camiones, que transportaran productos fácilmente distribuibles al mercado ilícito, como ropa de marca, zapatos, complementos de moda, cosméticos, o incluso cápsulas de café. Utilizaban vehículos "lanzadera", con los que hacían una primera aproximación a los lugares de los hechos, para valorar la viabilidad de sus acciones delictivas.
Se desplazaban a las áreas de servicio en horario nocturno y forzaban los remolques de los camiones, aprovechando que el conductor se encontraba durmiendo en la cabina. Una vez localizaban una mercancía que les interesaba y que consideraban que tenía una fácil salida y gran valor económico, cortaban la lona o forzaban la puerta del remolque del camión.
En caso de ser sorprendidos por los conductores de los camiones, los miembros de este grupo no dudaban en amenazar o utilizar la violencia hacia estos. También realizaban conducciones temerarias cuando eran perseguidos por vehículos policiales, aprovechando los vehículos sustraídos de alta gama que utilizaban.
En estos casos, circulaban a velocidades de más de 200 km/h, hacían zigzags por la autopista, rociaban los vehículos policiales con el contenido de extintores de incendios para dificultarles la visión e incluso llegaban a embestirlos para proteger la fuga de las furgonetas cargadas; con el riesgo que esto suponía tanto por los agentes, como por otros usuarios de la vía.
Finalmente, cargaban los productos en furgonetas previamente sustraídas y, posteriormente, los trasladaban desde las áreas de servicio hasta un almacén clandestino ubicado en una zona de huertos cerca de la estación de tren de Cerdanyola. Allí, guardaban temporalmente los vehículos que utilizaban para cometer los robos, así como los productos que sustraían antes de venderlos en el mercado ilícito.
A partir de las investigaciones que se han llevado a cabo, la policía catalana ha dictado desde 2017 un total de 60 órdenes judiciales de alejamiento a ladrones que actúan en autopistas y autovías.
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