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La sequía ha causado una disminución significativa en la actividad de los mosquitos comunes y tigre en Barcelona, reduciéndose en un 45% durante 2023. Sin embargo, este año se ha observado un leve repunte debido a las lluvias primaverales, según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
En 2023, la sequía llevó a una notable disminución de los mosquitos en Barcelona, con una caída del 45% en su actividad. La ASPB identificó 248 zonas de riesgo en imbornales y fuentes, y realizó 24.969 tratamientos larvicidas, vigilando y controlando 40.633 puntos en total.
La campaña de control de mosquitos de 2024, que comenzó en abril y se extenderá hasta noviembre, ha detectado un repunte debido a las lluvias abundantes. Según Tomás Montalvo, jefe del servicio de vigilancia y control de plagas urbanas de la ASPB, el agua estancada junto con condiciones óptimas de temperatura y oscuridad favorecen la proliferación de larvas. Por esta razón, se están modificando algunos imbornales para evitar que se conviertan en lugares de cría.
Barcelona cuenta con entre 11.000 y 12.000 imbornales, pero no todos requieren intervención, ya que algunos no acumulan agua y, por lo tanto, no son considerados zonas de riesgo. En 2023, la ASPB intervino en 200 focos de cría y planea modificar 82 zonas de riesgo detectadas en la ciudad durante este año.
El 70% de la actividad del mosquito tigre ocurre en propiedades privadas debido a la presencia de macetas, platos y cuencos con agua estancada. La ASPB enfatiza la importancia de que los ciudadanos revisen y vacíen estos objetos cada cinco o siete días para evitar la acumulación de agua.
Montalvo ha declarado que la solución al problema de los mosquitos no recae solo en la administración, sino que es una responsabilidad compartida por todos. La ASPB insta a la ciudadanía a colaborar activamente en el control de la proliferación de mosquitos.
En el marco del programa europeo IDAlert, que trabaja en el desarrollo de sistemas innovadores de alerta y herramientas eficientes para prevenir la transmisión de enfermedades por mosquitos, se reevaluará la efectividad de las modificaciones en los imbornales de Barcelona. El objetivo es reducir la actividad de los mosquitos y, como consecuencia, disminuir el malestar y las enfermedades asociadas a sus picaduras.
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