Para salvar la escuela de un pequeño municipio catalán de apenas un centenar de habitantes, el Ayuntamiento de Tírvia (Lleida) ofrece a familias con hijos pequeños un alquiler económico en viviendas de titularidad municipal para mantener abierto el colegio y evitar el despoblamiento.
"El pueblo sin niños es un lugar triste", explica Joan Ferrera, el alcalde de Tírvia, en una entrevista a Informativos Telecinco sobre una realidad que afecta de pleno a la escuela municipal. "Ahora mismo son cinco alumnos". Para revertir la situación, el consistorio quiere seducir a familias para que vivan en el pueblo de los Pirineos durante cinco años.
Para ello, el alquiler que ofrecen oscila entre los 170 y 300 euros por pisos de tres habitaciones, después de que una de las viviendas donde vivía una familia haya quedado vacía. Una oferta por la que ya han recibido el interés de varias personas. "Tenemos avalanchas de correos electrónicos y llamadas telefónicas. Ahora tenemos que elegir el que mejor se adapte al proyecto", reconoce Joan.
Para el alcalde del municipio de Pallars Sobirà, la calidad de vida en Tírvia es "inmejorable", lo que atrae a muchos turistas a un pueblo con 124 habitantes censados y muchas casas de segundas residencias: "Lo alquilamos a precios económicos porque mucha gente alquila al sector turístico por la alta demanda y los precios son muy caros".
De hecho, muchas de las familias que han llegado al pueblo años atrás, en una situación parecida para evitar el despoblamiento, han quedado enamorados del lugar. "El contrato marca como mínimo una duración de cinco años. Pero hay gente que hace muchos años que siguen aquí. Nuestra intención no es echarlos fuera. Es arraigar personas en el territorio", afirma el alcalde de Tírvia.
Muchos de ellos encuentran un lugar de desconexión frente al ajetreo de la gran ciudad. "Tienes mucho tiempo para ti. Es importante saber administrarlo. Para la gente que le guste la naturaleza, aquí no te la acabas jamás". Sin embargo, no todos acaban encontrando su lugar en Tírvia.
"Te tiene que gustar la tranquilidad. Entiendo que la gente de fuera venga revolucionada, pero tanta tranquilidad también ahoga. Es un cambio de estilo de vida muy grande. La gente que se adapta, después no quiere cambiar", añade Joan Ferrera sobre un pueblo idóneo para los más pequeños.
"Dan mucha vida al pueblo. Por la tarde escuchas a los niños que salen,. Aquí no hay ruido de los coches, aquí sientes que juegan y se ríen. Si esto no lo tienes, es un municipio muerto", admiten desde el consistorio sobre los más jóvenes, que son los que "más disfrutan del cambio" de la ciudad al campo.
Todos van a la misma escuela, pero con diferentes profesoras: "No es una para todos, van haciendo las horas dependiendo de los alumnos. Lo bueno es que los pequeños captan la explicación de los grandes, y los grandes cuando escuchan lo de los pequeños les hace de memoria y se acuerdan de cosas que habían estudiado". Una vida rural con la que esperan atraer a familias con niños para dar vida a Tírvia.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.