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Barcelona ha sufrido en menos de un año sus dos mayores ataques grafiteros en el metro. Primero en octubre, cuando 62 vándalos pintaron cuatro trenes y agredieron a un vigilante, y este fin de semana con la participación de hasta 70 personas que entraron en varias estaciones para pintar en su interior e interrumpir la circulación.
Este último acto vandálico ocurrió el domingo, cuando más de medio centenar de personas sorprendieron a los viajeros del metro de Barcelona antes de la una de la madrugada, pintando dos trenes y causando desperfectos en tres estaciones. Unos daños que el Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 135.000 euros como coste económico.
Uno de los autores ha sido identificado tras la intervención de los vigilantes de seguridad de metro y tanto los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana trabaja en identificar al resto de implicados.
Según la ordenanza municipal, las denuncias pueden ir hasta 1.500 euros, aunque si el juez imputa delito penal la sanción aumentaría hasta lo que dictamine. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha sufrido en los últimos tres años dos actos vandálicos multitudinarios.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron en octubre a 14 de los 62 grafiteros implicados en el que era hasta el pasado domingo el mayor ataque de vándalos en el metro de Barcelona.
Los grafiteros se colaron la estación de Vall d'Hebron, dañando la puerta, la barrera de validación y las cámaras de seguridad, hasta que accedieron al andén, donde agredieron a un vigilante y pintaron cuatro trenes y diferentes instalaciones.
Un ataque que tuvo un coste económico aproximado de 50.000 euros y que puso "en peligro la integridad física de los vigilantes de seguridad del metro", al tiempo que creó" un grave perjuicio a la ciudadanía degradando un servicio esencial como es el transporte público y generando un coste de dinero público totalmente injustificado", según denunció TMB.
Los servicios de tren de Rodalies R2 norte y R11 también sufrieron el domingo retrasos tras la "presencia de vándalos apedreando trenes entre Montcada i Reixac y Sant Andreu" y poniendo obstáculos sobre las vías, han informado fuentes de Renfe.
Los vándalos interrumpieron la circulación hasta la llegada de los mossos sobre las 18.50 horas, pero los retrasos continuaron poco antes de las 20.00.
Precisamente, el 37% de las incidencias de Renfe son ajenas a la explotación ferroviaria. Es el caso de vandalismo, arrollamientos o condiciones meteorológicas.
En el caso de las incidencias provocadas por vandalismo, entre enero y agosto registraron más de mil actos, muchos de ellos con afectación a los viajeros. Como ocurrió en julio, donde casi un 46% de los minutos de retraso fueron por vandalismo. Asimismo, la mitad (50%) de este tipo de actos en la red ferroviaria española se concentran en Cataluña.
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