Caso Helena Jubany: la Generalitat de Cataluña pagará las pruebas de ADN tras la quejas de la familia

El Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña pagará la prueba de ADN del jersey que llevaba Helena Jubany, cuando fue asesinada en Sabadell en 2001, tras las quejas de la familia al tener que adelantar los gastos de la prueba encargada por el juez.

La "negativa" inicial de la Generalitat para hacerse cargo de los 605 euros de la prueba, que debe permitir confirmar o descartar si pertenecen a alguno de los investigados, obligó a la familia a pagarla de su bolsillo con el dinero de la campaña de mecenazgo que realizaron antes de la reapertura de la causa en 2020.

Se trata de una prueba que el juez instructor había ordenado a la Policía Científica y al Instituto Nacional de Toxicología, pero ni unos ni otros le habían podido practicar alegando carencia de medios.

Desde la acusación particular sugirieron al juez instructor que el laboratorio de referencia en esta materia está la Universidad de Santiago de Compostela, por lo que el juez encargó que realizaran el análisis.

La familia señaló que ya había realizado el pago a la universidad y les "consta que sus científicos ya han llevado a cabo el análisis y que el 5 de diciembre lo enviaron por correo" al Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell (Barcelona), que investiga la causa.

Este miércoles, el Departamento de Justicia comunicó a la familia que finalmente se harán cargo del coste de la prueba. "Nos consta que han atribuido su negativa a pagar la factura a un 'error de procedimiento' y devolverá el dinero adelantado", según explican en un comunicado.

22 años del asesinato

El 2 de diciembre se cumplieron 22 años del asesinato de la bibliotecaria de 27 años, que fue hallada muerta tras ser lanzada al vacío semiinconsciente desde la azotea de un edificio.

A la joven la encontraron desnuda y con quemaduras en varias zonas del cuerpo. Se baraja que fue narcotizada, secuestrada, torturada y asesinada por al menos una persona. Y no se descarta que fuera agredida sexualmente.

Durante años se habló de la posibilidad de que fuera víctima de un macabro juego de rol, pero la familia cree firmemente que se trató de un feminicidio. Nunca hubo juicio.

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