Dos asesinos, escondidos 20 años en Cataluña: detenidos por matar a otro y huir de Francia en 2003
El tío y sobrino mataron a golpes a un hombre y pasaron desapercibidos en España dos décadas con identidades falsas
Ambos siguieron ligados al mundo del proxenetismo y del ocio nocturno durante años, aunque acabaron separando sus caminos
Los asesinos llegaron a denunciarse mutuamente por amenazas a raíz de un conflicto derivado de una supuesta deuda
Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos asesinos, que llevaban 20 años escondidos en Cataluña tras asesinar a un hombre en Francia en 2003.
Los detenidos, de nacionalidad francesa, estaban afincados en El Prat de Llobregat (Barcelona) y Segur de Calafell (Tarragona), donde residían con identidades falsas tras huir de la justicia de su país.
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Los hechos se remontan al 20 de febrero de 2003 cuando los dos hombres, que trabajaban en el negocio de la prostitución y el proxenetismo, asesinaron a otro a raíz de un incidente con dos trabajadoras sexuales.
Ambos autores, tío y sobrino, secuestraron y mataron a golpes a la víctima, un chico de 29 años , y trasladaron su cadáver en un vehículo propiedad de uno de ellos hasta una zona montañosa cerca de la localidad de Grondeville, Nancy (Francia), donde abandonaron el cadáver.
A raíz de estos hechos, los investigados huyeron de Francia para establecerse en Cataluña con identidades falsas de origen croata. En un inicio, siguieron vinculados al mundo del proxenetismo y del ocio nocturno donde fueron identificados y denunciados en varias ocasiones por los Mossos d'Esquadra.
Entre 2004 y 2008 fueron detenidos respectivamente por hechos relacionados con un delito contra la libertad sexual y delitos contra la seguridad del tráfico. No obstante, la documentación y la identidad que presentaban no tenía ningún señalamiento internacional a su nombre.
Denuncias entre ellos en Cataluña
Posteriormente, ambos abandonaron esta actividad y continuaron con sus vidas por separado. De hecho, en 2010 se denunciaron mutuamente por amenazas a raíz de un conflicto derivado de una supuesta deuda que tenían uno con otro.
Sin embargo, en la misma denuncia utilizaron los nombres falsos y la misma documentación que venían utilizando desde que vinieron de Francia. Uno de los investigados, después de años de residencia en Cataluña logró un permiso de conducción legal en España.
No fue hasta 2011 que las autoridades judiciales de Francia condenaron a 30 y a 26 años de cárcel a los fugados, como autores del asesinato cometido en 2003, por lo que emitieron dos órdenes de detención europeas.
Diferentes delitos
Los agentes de la Unidad Central de Homicidios obtuvieron la identidad real de ambos investigados, gracias al intercambio de información con autoridades rumanas, belgas, francesas y croatas.
Las autoridades rumanas informaron a los Mossos d'Esquadra de que a uno de ellos le constaba un homicidio imprudente en 1995, mientras que las autoridades belgas informaron que la misma persona tenía antecedentes por robos agravados en 2001.
Finalmente , las autoridades francesas informaron del requerimiento vigente por homicidio y secuestro de 2003 en Nancy, por lo que procedieron a su detención.
Desapercibidos y nueva vida
Los investigadores finalmente lograron relacionar a los dos investigados con el asesinato en Francia y comprobaron que el orden internacional de detención seguía vigente. En el marco de la investigación, comprobaron las medidas de seguridad de los fugados.
Ambos lograron afincarse en el territorio catalán, aunque en lugares distintos.Uno de ellos vivía en El Prat de Llobregat (Barcelona) y el otro en Segur de Calafell (Tarragona). Una vida aparentemente normal, donde lograron entablar sus propias familias.
El detenido de 39 años trabajaba en un hotel de lujo en Barcelona, mientras que el segundo, de 59 años, se movía con la cara tapada y tenía un carácter más agresivo y hacía vigilancias para evitar seguimientos y grababa el entorno.
Los días 1 y 2 de agosto de 2023, los investigadores establecieron un dispositivo de localización y detención. También recuperaron en el parking de uno de los detenidos el mismo vehículo con el que trasladaron el cadáver en el 2003, que estaba aparcado, tapado con una lona y rodeado de varias trampas colocadas estratégicamente para detectar cualquier intento de manipulación.
Tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión y el posterior traslado a un centro penitenciario en Francia.
Las nuevas técnicas forenses permitieron obtener indicios o evidencias para identificar a los autores de muertes violentas. Es el caso del Posme y Wetucio, huellas dactilares donde no parece haber nada y que lograron tras analizar pruebas obtenidas de las diligencias de investigación que se llevaron a cabo en su momento para obtener otros indicios.