El FC Barcelona, seguiendo las recomendaciones de la Generalitat que pide reducir de 450 metros cúbicos por hectárea y mes a 200 metros cúbicos por hectárea y mes en el riego de las zonas verdes ha aplicado la norma en los distintos campos deportivos de sus instalaciones que incluyen la Ciutat Esportiva Joan Gamper, el Estadi Johan Cruyff y, actualmente, el Estadi Olímpic Lluís Companys.
El Govern ha acordado endurecer las restricciones al agua en el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona en una nueva fase de preemergencia por sequía que comporta la reducción del volumen máximo de consumo de agua por habitante y día a 210 litros, incluyendo actividades económicas y comerciales.
Se prohíbe el riego de césped excepto en superficies para la práctica federada de deportes, donde se puede mantener "sin superar la dotación máxima de 200 metros cúbicos por hectárea al mes", y se permiten los riegos de supervivencia de árboles de 20 a 8 horas y con riego gota a gota o regadera.
En una nota pública, el club blaugrana afirma que la reducción de este volumen de agua para el riego no pone en peligro la buena calidad del césped, al menos durante el período de invierno, en el que el mantenimiento requiere un consumo de agua menor destinado principalmente a refrescar y asegurar la supervivencia de la planta. Estas necesidades cambiarán significativamente a partir de la primavera o si transcurriera un invierno especialmente cálido o con falta de lluvias.
De hecho, el FC Barcelona lleva ya tiempo aplicando medidas de reducción y optimización del consumo de agua en sus campos deportivos. Estas medidas incluyen, por ejemplo, la reutilización de los sobrantes que se perdían en los procesos de tratamiento del agua –entre un quince por ciento y un veinte por ciento– y que ahora se destinan al riego de los campos de césped artificial. Otras medidas de optimización del agua que el Club ha venido aplicando son la ampliación del número de sensores de los terrenos de juego para tener la información precisa de las necesidades de agua de la planta o la elección de las variedades de césped que mejor se pueden adaptar al estrés hídrico, entre otros.
Por otra parte, el Club ya hace tiempo que también ha suspendido, casi por completo, el riego de árboles y parterres en sus instalaciones, llevando a cabo sólo riegos puntuales y necesarios para mantener la supervivencia de los árboles y plantas.
La optimización de recursos como en este caso el del agua es uno de los criterios que definen el compromiso del Club con la sostenibilidad, uno de los pilares del Plan Estratégico 2025, y que en su vertiente ambiental comporta también el ahorro de recursos mediante la eficiencia en el uso de materiales, el consumo energético, el uso esmerado y responsable de los recursos en general para reducir los residuos o la reutilización de material siempre que sea posible.
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