Buscar trabajo tras superar la barrera de los 50 años supone en muchas ocasiones una odisea para aquellos que quieren demostrar su experiencia y profesionalidad. Un camino laborioso, repleto de envíos de currículum, que en el caso de algunos comercios en Cataluña apuestan únicamente por este perfil para contratar personal.
Una cadena de restaurantes de Barcelona tiene como requisito contratar a personas mayores de 50 años. De hecho, es la segunda vez que realiza un casting destinado a elegir camareros con recorrido laboral.
"En Barcelona, y como en todas las ciudades, necesitamos que la hostelería tenga ese punto de profesionalidad. A veces no lo encontramos", explica Kim Díaz, empresario y propietario en busca de personal para su nuevo restaurante italiano que abrirá en mes y medio.
Su apuesta por un perfil contrastado empezó hace ocho años, cuando decidió realizar el primer casting que cumplió con las expectativas. "Nunca te fallan, son puntuales, educados, pulcros, les gusta cuidar a las personas", reconoce a Informativos Telecinco.
Una de las personas que contrató fue Jorge Llorca, quien tiene 57 años y recibe a los clientes como si fuera su casa. "Un día me presenté con un currículum y un ramo de flores en busca de trabajo. Desde entonces estoy aquí, que ha sido un vehículo para engrandecerme, tener experiencias y conocer compañeros que me han enseñado mucho el oficio".
Para Jorge, ser camarero "no es solo llevar un café a la mesa". También entra en juego el trato y la cortesía. "Ser un poco anfitrión de tu lugar de trabajo. Pasártelo bien, disfrutar de los clientes. Algunos cuando se van me mandan hasta postales", comenta.
Por ello, aconseja a gente de su quinta valentía. "Hay que creérselo". No obstante, la dificultad para encontrar trabajo frena el optimismo de muchos de ellos.
"Estoy en una franja de edad complicada. Estos señores al ofrecer esto te echan una mano para al menos probar que aún eres válido. Cada vez somos más los mayores y estamos estancados", lamenta Cristina, una de las candidatas a entrar al proyecto de Kim Díaz.
En otro rincón de Cataluña, también hay otro comercio que no duda en apostar por un perfil experimentado. Concretamente en Girona, donde la cadena de ropa AG25 tiene 60 trabajadores con una media de edad de 50 años.
Para hacer llegar sus ofertas de trabajo, colocaban cárteles anunciando que el puesto era para personas de una edad concreta, pero tuvieron que cambiarlo por avisos discriminatorios. "Nos quedamos sorprendidos porque la discriminación la sufren las personas un poco más mayores", recuerda Silvia Bartrolí, responsable de la cadena.
"Se entienden más, el trato es muy distinto. Las pueden aconsejar mucho mejor. Para nosotros es un punto muy importante. Cuando van a las entrevistas las echan para atrás, muchas veces por las edades. Están muy agradecidas", culmina.
Una de sus trabajadoras es Araceli, de 51 años, que lleva un semestre trabajando en esta firma después de dos años en el paro." Me generaba mucha ansiedad y estrés porque cada año que pasa te haces mayor y es más difícil encontrar un puesto de trabajo".